Los parisinos se antrincheran por temor
Hasta se van al campo ante el cuarto sábado seguido de protestas
lanchas de madera para propteger
los comercios, monumentos cerrados, habitantes que se refugian en la campiña... Los parisinos se preparan para un posible estallido de violencia hoy en la capital francesa, al margen de la manifestación de los “chalecos amarillos” contra la política económica del presidente Emmanuel Macron.
“Nos pidieron que recogiéramos todo lo que anda suelto, todo lo que podría servir como un arma”, explica Aziz, un empleado de limpieza de la Alcaldía de París, mientras recoge chatarra de todo tipo en su camión estacionado en una calle cerca de los Campos Elíseos.
Un poco más lejos, otros dos empleados de la municipalidad quitan las rejas de hierro que rodean los árboles del elegante bulevar Malesherbes, que el 1 de diciembre fue invadido por manifestantes violentos.
Un total de 8.000 policías patrullarán en la capital este sábado, el cuarto consecutivo de protestas . Se activará un servicio de crisis y 2.000 elementos de mobiliario urbano fueron desarmados, dijo la alcaldesa de París, Anne Hidalgo.
La Torre Eiffel y el museo Louvre estarán cerrados como medida de precaución, así como las grandes tiendas del barrio de Ópera y los comercios de los Campos Elíseos.
En el bulevar Malesherbes, Louise, guardiana de un edificio, saca la basura.
“Muchos del edificio nos vamos a la campiña. La semana pasada tuvimos mucho miedo de que quemen nuestro coche, ahora nos lo llevamos”, señala. Decenas de vehículos fueron incendiados el 1 de diciembre.
A unos metros, un carpintero trabaja sin descanso. “Estamos tapando todo para mañana”, explica Denis Thibaudet, mientras coloca planchas de madera para proteger los escaparates de una boutique de champagne. “Colocamos incluso en el segundo piso, por si los alborotadores lanzan proyectiles”, añade.
En las calles adyacentes se repiten estas mismas escenas.
El ministro francés de Educación, Jean-michel Blanquer, anunció ayer que se investigará la detención masiva de jóvenes supuestamente implicados en protestas organizadas junto a un liceo en Mantes la Jolie y consideró “chocantes” las imágenes de unos 150 de ellos obligados por la policía a arrodillarse.