Venezuela elige concejales bajo la sombra del ausentismo
Una jornada pacífica, pero casi sin votantes, marcó los comicios del país ❚ El presidente Nicolás Maduro acusó a Colombia y EE. UU. de intentar derrocarlo
Centros de votación vacíos marcaron las elecciones de concejales de ayer domingo en Venezuela.
“Es un día triste, porque la gente decidió no votar”, dijo Beatriz Pallarés, de 56 años, en un desierto centro electoral en el municipio caraqueño de Chacao, tradicional bastión opositor. “Jamás voy a entregar mis derechos”, añadió.
Imágenes similares se observaban en varios sectores de Caracas. “Hay muchísimo descontento”, apuntó Jaime Caicedo, otro votante, sobre el proceso, que estuvo marcado por una alta abstención debido a la desconfianza en el voto, la inhabilitación de partidos opositores y el hartazgo ante una grave crisis socioeconómica.
LA FRASE Más allá de la hostil y agresiva campaña que se desata en el mundo entero, Venezuela sella un ciclo virtuoso democrático.
Con este nuevo proceso, el chavismo espera fortalecer su dominio a través de la elección de 2.459 ediles en 335 concejos municipales, de los cuales la oposición controla actualmente una cuarta parte.
El camino parece despejado, pues los principales partidos opositores fueron inhabilitados por el Consejo Nacional Electoral (CNE) debido a que boicotearon las presidenciales.
“El oficialismo va a capturar la mayoría de las cámaras municipales con un nivel de abstención histórico”, comentó Félix Seijas, director de la encuestadora Delphos.
Custodiadas por unos 150.000 militares y policías, las mesas trabajaron hasta las 22:00. Los comicios son el último eslabón de una cadena de elecciones convocadas por la oficialista Asamblea Constituyente, que en la práctica desplazó al Parlamento, único poder en manos de la oposición.
Pero pese a la escasa convocatoria, el presidente venezolano Nicolás Maduro celebró que sus compatriotas “están ejerciendo su derecho al voto libremente”.
El poderoso dirigente chavista Diosdado Cabello aseguró, por su parte, que no hubo las colas del pasado porque el sistema de votación automatizado es ágil y evita las aglomeraciones.
En medio de fuertes presiones diplomáticas de cara a su posesión para un segundo mandato el próximo 10 de enero, Maduro renovó sus denuncias sobre un complot para derrocarlo.
“Está en marcha, y lo coordinan directamente desde la Casa Blanca, un intento por perturbar la vida democrática de Venezuela” con “un golpe de Estado”, dijo, y sostuvo que detrás también está Colombia.
Maduro fue reelegido el pasado 20 de mayo para el período 2019-2025, en unas votaciones con alta abstención y desconocidas por Estados Unidos, la Unión Europea y varios países de Latinoamérica.
El pasado viernes, Perú anunció que propondrá al Grupo de Lima, alianza de 14 naciones críticas con Maduro, romper relaciones con Venezuela tras la asunción presidencial.
Una masiva migración hacia países vecinos por los estragos de la crisis, con escasez de alimentos y medicinas y una inflación que el FMI calcula en 10’000.000 % para 2019, ha estrechado el cerco internacional.
Según la ONU, 2,3 millones de venezolanos se fueron desde 2015.
La oposición, en cambio, aprovechó las redes sociales para denunciar el proceso.
“Las ‘elecciones’ de hoy son una burla que el país no cree, por eso están los centros vacíos”, escribió en Twitter Julio Borges, expresidente del Parlamento, exiliado en Bogotá.
En contraste, Henry Falcón, único dirigente de peso que desafió a Maduro en las presidenciales, pidió participar. “No podemos quedarnos en la casa mientras otros resuelven nuestros problemas”, expresó.
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