Los premios Nobel de la Paz piden vencer la indiferencia
Con galas en Estocolmo y Oslo se entregaron los galardones a laureados
Al recibir su premio Nobel de la Paz, el médico congoleño Denis Mukwege y la yazidí Nadia Murad, exesclava de los yihadistas convertida en activista, pidieron proteger a las víctimas de violencias sexuales, a menudo relegadas según ellos por consideraciones mercantiles.
El ginecólogo de 63 años, y la joven iraquí, de 25, recibieron el premio de manos de la presidenta del comité Nobel, Berit Reissandersen, quien saludó a “dos de las voces más poderosas de hoy” contra la opresión de las mujeres.
Durante una emocional ceremonia en la municipalidad de Oslo, los dos premiados instaron a la comunidad internacional a que cese la impunidad para los autores de agresiones sexuales en tiempos de guerra.
“No son los autores de la violencia los únicos responsables de sus crímenes, sino también los que deciden mirar hacia otro lado”, afirmó Mukwege, quien cura desde hace 20 años a las víctimas de violación en su hospital de Panzi, en el convulsionado este de la República Democrática del Congo (RDC).
Como miles de mujeres yazidíes, su colaureada, Nadia Murad, fue secuestrada, torturada y violada por los yihadistas del grupo Estado Islámico (EI) en Irak, hasta que logró escapar.
En su discurso de agradecimiento, consideró “inconcebible” que el mundo no haya hecho más para liberar a los más de 3.000 yazidíes que el EI tiene todavía en su poder.
Ayer también se entregaron en Estocolmo, los Premios Nobel del resto de disciplinas, salvo el de Literatura, retrasado a 2019 debido -paradójicamente- a un escándalo de violación que afectó a la Academia Sueca.
El premio para los laureados consiste en una medalla de oro, un diploma y 9 millones de coronas suecas ($ 1 millón).