La cita polaca sella las reglas del clima
El Acuerdo de París se activa, pero lejos de la urgencia que plantea el calentamiento ❚ Los países pactan transparencia
La comunidad internacional se armó el sábado en la COP24 de los instrumentos para aplicar el Acuerdo de París, sin comprometerse no obstante a asumir una mayor ambición frente al cambio climático, pese a la urgencia subrayada por los científicos.
Tras unas negociaciones maratonianas durante trece días en Katowice (Polonia), los representantes de 197 naciones lograron pactar el llamado ‘libro de reglas’ que regirá la lucha contra el calentamiento global durante las próximas décadas.
LA FRASE Hubo una falta de respuesta sorprendente al informe del IPCC (sobre el calentamiento). JENNIFER MORGAN, de Greenpeace International
El documento final incluye una referencia al informe científico que apela a la importancia de acometer cambios “urgentes y sin precedentes” para limitar el aumento de la temperatura del planeta en 1,5 grados.
Tras anunciar el acuerdo, el presidente de la COP24, el polaco Michal Kurtyka, dijo que el trabajo durante la cumbre se ha guiado por “un sentido de responsabilidad con la humanidad y con el bienestar del planeta, que nos acoge a nosotros y acogerá a las generaciones futuras”.
Uno de los logros del acuerdo ha sido establecer reglas comunes para todos los países a la hora de informar a la comunidad internacional sobre sus avances en la lucha contra el cambio climático.
Estas reglas de transparencia, que entrarán en vigor a partir de 2024, son muy importantes para dar “credibilidad” a un sistema en el que cada nación decide sus acciones climáticas, subrayó la ministra española.
No obstante, el compromiso acordado sobre transparencia es flexible y reconoce las peculiaridades y circunstancias de cada país, de forma que los Estados que lo necesiten dispondrán de un periodo de adaptación a este mecanismo de información común.
El acuerdo alcanzado el sábado valora la labor de la comunidad científica en la elaboración del informe del IPCC y pide a la comunidad internacional tener en cuenta sus recomendaciones, aunque no se incorpora en su literalidad en el texto adoptado.
Este fue uno de los aspectos que estuvieron a punto de hacer descarrilar la cumbre, ya que algunos países defendían que las conclusiones de la ciencia son incuestionables y no deberían estar sometidas a debate, frente a otro grupo, liderado por Estados Unidos, que ha cuestionado desde el primer momento el trabajo de este grupo de científicos.
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