La terminal terrestre se llena al final del feriado
Hubo menor cantidad de viajeros, según la terminal y los ciudadanos
El fin del feriado ocasionó -como ocurre cada año- un aumento en la concurrencia a la terminal terrestre de Guayaquil. Aunque, esta vez, pasajeros y comerciantes coinciden en que este año la afluencia fue menor a la del 2018.
“En otros años, a esta hora, por aquí no se podía ni caminar. Había mucha gente, ni boletos encontraban. Ahora sí se ve que fluye, que hay menos gente que el año pasado”, relató Sabrina Pérez, quien recorre toda la terminal para vender jugos desde hace varios años.
Según estimaciones de la terminal terrestre, desde el 28 de diciembre se esperaba la llegada de 385.000 pasajeros, mientras que en la terminal de Pascuales se esperaba recibir a cerca de 49.533 viajeros.
No obstante, desde el Departamento de Operaciones de la Terminal Terrestre se afirmó a este Diario que la acogida ha sido menor que la del 2017.
Asimismo, indicaron que los destinos con más demanda fueron Quito, Ibarra, Cuenca, Machala y Portoviejo.
María Fernanda Heredia llegó el 28 de diciembre a Guayaquil desde Latacunga para disfrutar del Año Nuevo junto a su hija y esposo. A ella también le parece que la cantidad de turistas ha caído por este año.
“Con mi esposo y mi niña siempre nos venimos en esta fecha, pero ha sido bien complicado. El año pasado nos tocó regresar el 2 de enero porque se habían agotado los boletos para el 1 (de enero). Ahora vinimos y compramos sin problemas”, detalló.
Esta disminución de pasajeros, según algunos comerciantes, también implica pérdidas en la venta.
Eddy Campoverde, vendedor de uno de los quioscos de la terminal, esperaba que hasta las 18:00 de ayer comience a llegar más gente a Guayaquil para ganar oportunidades de vender en su negocio.
“Si no hay gente, uno no vende. Aunque siempre pasa que en los feriados así, la gente empieza a llegar desde las cinco”, estima.
Hasta pasado el mediodía de ayer, de acuerdo con lo observado en el recorrido de EXPRESO, la mayor cantidad de pasajeros se congregó en las boleterías hacia la Sierra.
Hólguer Soto, quien llegó de Cuenca, se sintió aliviado de que no haya una multitud que termine con los boletos de regreso a su ciudad.
“Sí hay que hacer fila, y esperar un poco, pero nada complicado”, opinó.
Mientras tanto, los andenes de llegada se llenaban esporádicamente, con unos pocos que ya retornaban a la ciudad.
Olivia Monserrat fue una de la viajeras que regresó temprano a Guayaquil. “Es mucho mejor viajar temprano porque más tarde esto sí se llena”, dijo.
LAS FRASES El año pasado regresamos el 2 de enero porque se agotaron los boletos. Ahora compramos sin problemas. Si no hay gente, uno no vende. Aunque siempre pasa que en feriados así, la gente empieza a llegar desde las cinco.