Sillón de Olmedo
El 24 de marzo se celebrarán las elecciones para alcaldes y prefectos en todo el país. Los ciudadanos de mi ciudad, Guayaquil, se preocupan con justa razón sobre quién va a continuar con el liderazgo que desde 1992 han impuesto los socialcristianos, primero con León Febrescordero, hasta el 2000, y luego con Jaime Nebot, desde el 2000 hasta hoy. Preocupación que en muchos es angustia, ya que por 19 años la marca de la reconstrucción y del progreso nos han hecho sentir más orgullosos de ser guayaquileños, pues luego del rescate de la debacle, pasamos a ser el prototipo de la gestión eficaz municipal, siendo el referente de lo que deberían ser el resto de las ciudades, sus administradores y sus habitantes.
Por ello al iniciar este periodo electoral quisiera tocar algunos puntos sobre los cuales sería interesante conocer las respuestas de los diecisiete (17) aspirantes al sillón de Olmedo.
Según el Banco Mundial, acogido por el Ciifen (Centro de Estudios del Fenómeno de El Niño), nuestra ciudad está en cuarto lugar en el mundo con mayor riesgo por inundaciones debido a ese fenómeno. Jacinto Rivero, uno de los mejores expertos en hidráulica, explicaba que nuestra ciudad creció pecando contra el sentido común, rellenando manglares, alterando el cauce natural de los ríos, depredando los bosques protectores de las cuencas hidrográficas aportantes, demorando los procesos de drenaje, que causan la falta de caudal y la imposibilidad de movilidad fluvial. Rivero dijo: “Guayaquil estará prácticamente sumergida al mediano plazo, de no tomar acciones inmediatas”.
Las soluciones estudiadas por
Como ciudadanos responsables, preguntemos el plan de acción de los candidatos frente a este problema’.
centros internacionales como el instituto holandés Deltares, proponen la articulación de varios cantones creando mancomunidades para reforestar las cuencas altas hidrográficas y reposición de manglares, diques de contención para frenar el acceso del mar, vías de agua artificiales con estructuras de control como en Luisiana, entre muchas opciones más. Como ciudadanos responsables, preguntemos el plan de acción de los candidatos frente a este problema. Esas son las propuestas que queremos oír.