Dos molinos se imponen en un vecindario cuencano
Los restos fueron descubiertos en una excavación en 1972
Los restos de dos molinos de agua forman parte de un conjunto de ruinas pertenecientes a la época Cañari. Están en la parte baja de Cuenca, junto al barrio de Todos Los Santos.
Habrían sido parte de los aposentos de Tomebamba (nombre antiguo de Cuenca), construidos en el siglo XV.
Son restos de construcciones anteriores a la fundación española de Cuenca y otras pertenecientes a los primeros años de vida de la ciudad, sostiene el investigador Carlos Martínez.
Los restos de los molinos se hallan en primer plano y el primero habría sido construido en 1596. El segundo data de 1906, y perteneció a Rodrigo Núñez de Bonilla, aqui se aprecian una pared y cimentaciones de la casa del antiguo encomendero, construidos también con cantos rodados y argamasa de tierra negra.
Sobre el sitio de hallan cinco árboles: nogal, capulí y sauces llorones, también antiguos. Es uno de los sitios turísticos arqueológicos en la ciudad, yh divide a la actual de la antigua, por el oriente de la urbe.
El sitio pasa por un proceso de recuperación completa. La primera fase está terminada.
Las ruinas forman parte del antiguo Tomebamba y se encuentran a 400 de las Ruinas de Pumapungo, que fue la fortaleza del inca Huayna Cápac. El sitio está bajo la tutela de la Casa de la Cultura Núcleo del Azuay.
En la segunda fase está previsto levantar la caminería de cemento, que ha sido puesta sobre los vestigios en algunos casos y que ya está deteriorada. Se prevé desmontar algunos muros que se han hinchado por efectos de la lluvia y efectuar una limpieza total de las piedras, anotó Jaime Idrovo. Los restos fueron descubiertos en 1972, cuando se hacían las excavaciones para una construcción por parte de la familia Estrella, que en ese entonces era propietaria del terreno. Los vestigios corresponden al periodo cañari.
MUROS