Diario Expreso

Un reencuentr­o con la nostalgia

Por primera vez, 90 pioneros de Urdesa se reunieron en una fiesta ❚ Ellos llegaron al sector entre la década de los 60 y los 80 ❚ Conocer a más vecinos fue uno de los motivos de la velada

- DIANA SOTOMAYOR ZEVALLOS sotomayord@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL SYLVIA VILLACRÉS Una de las organizado­ras de la cita

No fue una fiesta cualquiera. Fue una reunión de amigos que tuvo como protagonis­ta al pasado. A los sitios que, siendo adolescent­es, frecuentab­an; a las discotecas de la época, los peloteos en el barrio y los paseos por el Salado..., la amistad.

La noche del sábado, por primera vez desde que llegaron a vivir a Urdesa, la ciudadela más representa­tiva del norte de Guayaquil, los residentes, los pioneros -aquellos que llegaron entre la década de los 60 y los 80- fueron partícipes del primer encuentro entre urdesinos. Un acto que surgió tras una broma - “qué tal si nos reunimos y vemos cómo estamos”, habían dicho hace dos meses en un grupo que crearon en Facebook-, pero que, como resultado, dejó rostros felices. Fue un reencuentr­o con la nostalgia.

EL DETALLE El origen. Los asistentes, quienes en su mayoría siguen viviendo en la ciudadela Urdesa, construida en 1955, tuvieron contacto a través del grupo en Facebook ‘Pioneros de Urdesa’, creado hace poco más de dos meses.

La cita fue a las 19:00 en el Círculo Militar de Urdesa, había un cronograma previsto de actividade­s: el mensaje de bienvenida, el brindis, la cena, el baile...; pero fue tal la emoción de los invitados que, al menos una hora, tal vez un poco más, dedicaron para abrazarse, reconocers­e, reírse e ir de mesa en mesa intercambi­ando sus números de teléfono.

Martha María Boloña y Sylvia Villacrés, quienes solo se conocían virtualmen­te hasta hace poco, fueron las encargadas de organizar la velada. Ambas, coinciden, no pensaron la acogida que esta tendría.

“No imaginé ver a la gente así, se me sale el corazón del pecho de la alegría. Esto es lindo, muy lindo”, dijo Villacrés, quien se reencontró con David Abramowich, su amigo de la infancia y al que no veía hace 40 años.

“Yo vivía en Costanera y Ficus y él en Acacias y Ficus, bastante cerca. Me he emocionado tanto”, expresó; mientras Boloña, quien se encontraba a unos escasos pasos, en una de las diez mesas del salón, todas vestidas con mante- les y lazos rojos y beiges, recordaba sus salidas a discotecas como Epicentro, Hipopótamo e Infinity; todas del sector. “Una más increíble que otra...”.

Marcos Molina, residente que continúa viviendo en la calle Bálsamos y la Primera desde 1956, cuando tenía seis años, fue otro de los urdesinos que apenas pisó el establecim­iento empezó a recordar historias y anécdotas.

Con ellos, dijo señalando a sus amigos, que estaban esparcidos por los diversos rincones del salón, jugó fútbol en la calle con pelotas de trapo. “Fue una niñez muy linda, Urdesa era un parque, un manglar, un sitio donde los únicos que te asaltaban eran los mosquitos y pasadas las 18:00 y por solo media hora, porque de ahí venía un viento muy rico y se iban”.

En su vecindario, agregó, nació la música, nacieron Los Corvets, el grupo al que perteneció y cuyas canciones el sábado también cantó.

Y es que luego de los efusivos apretones de manos y las bienvenida­s grupales, el Círculo Militar se convirtió en una colorida pista de baile cuya música, sobre todo disco, puso a todos de pie.

“Mira los colores, hay hasta una bola disco, salgamos a bailar...”, se escuchó decir en la sala. Las primeras en salir fueron Ana María Montesdeoc­a, Priscila Falconí Andrade y María de Lourdes Andrade, todas vecinas del barrio que acordaron acudir al festejo cada vez que lo realicen. La meta es que sea una vez al año y que cada vez sean más los visitantes. En esta ocasión fueron 90.

Para Falconí, quien destacó tal como se había previsto- el hecho de que los círculos de amigos puedan expandirse, la noche sirvió también para darse cuenta de lo necesario que resulta que Urdesa o Guayaquil como tal cuente con un espacio solo para adultos; este es un tema que fue tratado precisamen­te por EXPRESO el año anterior.

“Sería ideal que se inaugure una discoteca para nosotros, ¿por qué, no?”, precisó. “Mire cuántas personas estamos aquí disfrutand­o. No hay tristezas. Solo capítulos que son valiosos y jamás se van a olvidar porque son parte de nuestra esencia...”.

Con la acogida de ahora, solo esperamos repetir el reencuentr­o y que más personas se sumen. Hoy hemos recuperado tanto al barrio que nos dio tantas alegrías. Al ver a mis amigos, he recordado tanto, que la guardianía, por ejemplo, se hacía en bicicleta. Que Urdesa era un mangle, una época linda, sencilla y sana. Me siento muy contenta por haber conocido a más urdesinos. Estas reuniones son valiosas, nos permiten unirnos entre amigos y llegar a más generacion­es. Esta velada me ha llenado de alegría. Vine con una amiga, pero me he reencontra­do con muchas más, con chicas del colegio, también ubicado en el vecindario.

 ?? ÁLEX LIMA / EXPRESO ?? Hecho. Los vecinos sugirieron hacer más reuniones y no solo una vez al año para que los lazos se afiancen y la identidad de Urdesa se fortalezca.
ÁLEX LIMA / EXPRESO Hecho. Los vecinos sugirieron hacer más reuniones y no solo una vez al año para que los lazos se afiancen y la identidad de Urdesa se fortalezca.
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