Un hábito que dejaron las abuelas
1. Sanación. En el mercado además de quitar las malas energías, también se hacen purificaciones. 2. Resultado. Si al abrir el huevo tiene figuras o burbujas, el mal es más fuerte. 3. Actividad. En una jornada las curanderas atienden hasta 30 personas diariamente entre niños, jóvenes y adultos mayores. gas y seguido tomó un huevo que lo protegió con varios pétalos de rosas y se los pasó de manera delicada por todo el cuerpo de la bebé. El proceso con el huevo es de segundos, pero su poder curativo es eficiente. El complemento es esparcir trago que absorbe con la boca y luego lo riega en forma de ducha.
María Jiménez tiene 46 años de edad y aprendió observando el oficio. Trabajaba con otras personas que sabían de la limpia y de los poderes curativos del huevo, las hierbas y el puro.
Se la encuentra en el puesto 15. Jiménez explicó que el huevo es como una esponja que absorbe las malas energías que se pegan al cuerpo e incluso también restaura el aura.
Según la mujer, en los adultos es más fuerte el mal de ojo y muchos prefieren que le pasen dos huevos en una frota. Cuando se ha pasado por el cuerpo lo abren y colocan en un vaso con agua para conocer el mal. Al formarse figuras o burbujas es porque el mal es fuerte.
María Yaguar Cunalata se ubica en el puesto 16 y considera al huevo como ‘el rey para sacar los males’. Tiene 58 años de edad y la suegra la formó en el arte de la limpia. Ahora ha heredado sus conocimientos a sus ocho hijos.
Asegura que el huevo siempre se lo debe pasar con pétalos de rosa para que absorba aún más esas malas energías.
Para Silvia Laura del local 14, el producto es el ingrediente principal porque incluso quita hasta la salazón.