¿Por qué la Fed sigue elevando las tasas de interés?
Aprincipios de diciembre 2018, el Comité Federal de Libre Mercado (FOMC) de la Reserva Federal de Estados Unidos votó por unanimidad elevar la tasa de interés de corto plazo de 2,25 % a 2,5 %. Fue el cuarto aumento en 12 meses e indicaron que habría dos aumentos más de un cuarto de punto en 2019. Los críticos hicieron notar que en el último trimestre el crecimiento económico había disminuido y la medida preferida por la Fed para la inflación (la tasa de aumento del precio de los gastos del consumidor) había caído por debajo del objetivo del 2 % oficial. ¿Por qué continuó con su plan anunciado de seguir restringiendo las condiciones monetarias? El FOMC no dio razones explícitas. Hay tres posibilidades: primero, el nivel actual de la tasa de interés real (ajustada a la inflación) es notablemente bajo. La tasa de inflación anual más reciente fue 2,2 %, según el Índice de Precios al Consumidor. Al restar esa inflación de la tasa de interés nominal de fondos federales, la tasa de interés real fue ligeramente negativa antes de esta alza reciente y aproximadamente cero incluso tras ella. Una tasa real de cero podría ser apropiada para una economía muy deprimida, pero no en una donde el PIB real crece a más del 3 % y la tasa de paro es de 3,7 %, cifra excepcionalmente baja. Una tasa de interés extremadamente baja puede ocasionar varios problemas serios. Las empresas responden endeudándose en exceso; los bancos y otras entidades crediticias buscan utilidades dando créditos a prestatarios de baja calidad e imponiendo menores condiciones; los inversores de cartera pueden elevar el precio de sus valores a niveles insostenibles y los gobiernos tienen el estímulo de asumir déficits altos. Segundo: el FOMC necesita un nivel más alto ahora para poder reducir las tasas de interés más adelante, cuando tenga que estimular la demanda en la próxima desaceleración económica; hay suficientes señales de advertencia (como la caída en los precios de los valores, debilidad en el sector inmobiliario, desaceleraciones en importantes países europeos e incertidumbre sobre el nivel de las exportaciones estadounidenses) que indican que la siguiente recesión podría comenzar en los próximos 2 años. Y con un nivel de inicio de 2%, solo tendría un margen de dos puntos porcentuales antes de llegar a cero. Tercero, el FOMC puede haber querido hacer volver la tasa real al nivel “neutro”, que no aumenta ni reduce la demanda general, que a menudo se expresa como r*, y que ha bajado sustancialmente en los últimos años. Pero no es una cifra que se pueda calcular directamente como la tasa de inflación; se debe estimar con un complejo modelo económico. Mi opinión es que los cálculos tras la conclusión de que el valor estimado de r* ha bajado agudamente en los últimos años, en realidad reflejan la tasa de interés a la baja fijada por la Fed y otros bancos centrales. Se solía aceptar que el valor real de la tasa neutra equivalía a cerca de un 2%. Puesto que la tasa real actual se acerca a cero, se necesitan aumentos importantes para volver al nivel neutro tradicional. Estas tres razones, y quizá otras, justifican la visión del FOMC de que la tasa de interés actual es demasiado baja y tiene que elevarse. Por desgracia, puede que sus últimas alzas sean insuficientes y tardías.
¿Qué consideraciones podría haber tenido en mente el FOMC al decidir la tasa y proyectar una más elevada en 2019?