Tragedia en México suma 79 muertos sin una causa clara
La actuación de los militares centra la polémica de la tragedia ❚ El presidente López Obrador admite que “mejorará” los protocolos de actuación del Ejército
La explosión de una toma clandestina de gasolina en el centro de México ha golpeado al país por su crueldad y por las dudas que levanta la actuación militar para evitar el siniestro. Paralelamente afecta de forma directa a la estrategia de combate al robo de combustible del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador. Hasta el momento se han contabilizado al menos 79 muertos y decenas de heridos. Sin embargo, casi todas las preguntas de la prensa estuvieron dirigidas hacia el papel de los militares que localizaron la fuga dos horas antes de la explosión. Una actuación que López Obrador calificó de “correcta y oportuna” en respuesta a una tragedia que valoró como una “lección dolorosa pero aleccionadora”.
Sin embargo, ayer admitió que se mejorarán y perfeccionarán los protocolos de actuación del Ejército, tras el estallido del oleoducto de Hidalgo. “Existe un protocolo y se aplicó aunque no vamos a dejar de mejorarlos y perfeccionarlos, pero no quiero que se piense que se actuó mal”, dijo en referencia a los policías y soldados que localizaron la fuga varias horas antes de su explosión y que observaban desde la distancia la escena. “Hicieron lo que tenían que hacer (…) Sería más complicado si hubieran tratado de impedir a la multitud lo que estaba haciendo. Todo mi apoyo al Ejército. Hay quienes sugieren que se debió reprimir. Eso no, porque hay que resolver las cosas de fondo” insistió. Según López Obrador, “estas prácticas se van a desterrar con el apoyo de la gente y con opciones (programas sociales)”.
Según el mandatario, la catástrofe se debió a que en el municipio existía la creencia de que el robo de combustible no tiene riesgos porque estaban tan familiarizados con esta práctica, que “cavaban fosas cerca de los ductos hacia donde desviaban el combustible”, que luego era envasado para su transporte, dijo para explicar la naturalidad con la que actuó la población.
Tras varios días del suceso, las autoridades siguen sin conocer las causas de la explosión. “No vamos a generar hipótesis que después no podamos ratificar. En este sentido, vamos a ser muy cuidadosos”, dijo ayer el recientemente nombrado fiscal general, Alejandro Gertz.
Gertz informó que en la zona cero un equipo de peritos estatales y federales siguen levantando “diligencias” y recopilando posibles elementos de prueba, sin que hasta el momento se sacara algo en claro.
“Todas las informaciones se están acopiando en la carpeta”, apuntó el fiscal, cuestionado sobre algunos indicios que apuntan a que había gente fumando en el área mientras el petróleo salía a borbotones del ducto.
El fiscal remarcó que la prioridad del organismo es hallar a culpables sin “victimizar” a todos los ciudadanos afectados.
En conferencia de prensa, López Obrador anunció ayer que presentará un informe sobre las primeras 48 horas de la tragedia en Hidalgo.
Reiteró que combatirá frontalmente el huachicoleo, como se conoce al robo de hidrocarburos, y regresó a su conocido discurso anticorrupción. “Las instituciones estaban secuestradas por bandoleros, por una pandilla de rufianes”, destacó.
EL DETALLE El desastre. Ocurre cuando México ejecuta un plan para combatir el robo de gasolina, delito que deja al Estado pérdidas anuales por $ 3.000 millones. CULMINÓ LA BÚSQUEDA DE VÍCTIMAS