Los elenos justifican el “acto de guerra”
Colombia reitera su reclamo a Cuba de que entregue a delegados
La guerrilla Ejército de Liberación Nacional (ELN) admitió ayer su responsabilidad en el ataque a una escuela policial en Colombia que dejó una veintena de muertos, entre ellos la ecuatoriana Erika Chico Vallejo, pero insistió en retomar los diálogos de paz enterrados por el atentado.
“La operación es lícita dentro del derecho de la guerra, no hubo ninguna víctima no combatiente”, dijo la dirección de la guerrilla en un comunicado divulgado en su página web.
El atentado del pasado jueves con un coche bomba motivó que el presidente de Colombia, Iván Duque, pusiera fin a la mesa de diálogo que se desarrollaba en La Habana.
Según el comunicado del ELN, la Escuela Cadetes de la Policía Nacional es una instalación militar y allí “reciben instrucción y entrenamiento los oficiales que luego participan activamente en la guerra contrainsurgente”.
De acuerdo con el ELN, el ataque sería respuesta a actividades militares realizadas por el gobierno de Duque durante el cese al fuego unilateral que ofreció la guerrilla en Navidad y fin de año.
Tras la admisión del atentado, el Gobierno de Colombia le reiteró a Cuba su petición de que entregue a los elenos de la delegación de paz.
“El Gobierno nacional insistirá en la entrega inmediata de los miembros de la delegación del ELN que se encuentran en Cuba y hay una razón profunda para ello, el ELN como organización reconoce su autoría (del ataque terrorista) y como organización debe ser responsable”, manifestó el alto comisionado de Paz, Miguel Ceballos, en una rueda de prensa.