La prórroga de 90 días “no es suficiente” para licenciar
Los dueños de las clínicas de rehabilitación tienen dudas sobre el anuncio del gobernador ❚ Salud prevé construir un nuevo centro público en Guayaquil
El anuncio del gobernador del Guayas, Raúl Ledesma, lejos de tranquilizar a los propietarios de las clínicas de rehabilitación informales de Guayaquil, los llenó de incertidumbre.
En presencia de la ministra de Salud, Verónica Espinosa, Ledesma informó ayer que les darán un plazo de 90 días para que se regularicen y obtengan el licenciamiento para tratar pacientes con problemas de adicción a las drogas.
Sin embargo, propietarios como Lorena Avilés creen que este tiempo “no es suficiente” para superar todos los requisitos que la Agencia de Aseguramiento de la Calidad de los Servicios de Salud y Medicina Prepagada (Acess) les pide para la licencia.
EL DETALLE Acess. Yesennia Luna, directora de Procesos Sancionatorios de Acess, dijo a EXPRESO que los requisitos para el licenciamiento de las clínicas no se modificarán.
“¿Quién nos garantiza que no seremos cerrados?”, se cuestiona Avilés, sobre todo porque casi al mismo tiempo que anunciaban la prórroga, la entidad supuestamente clausuraba a un centro en la cooperativa Flor de Bastión, comenta.
Los cierres se han dado paulatinamente desde el pasado 11 de enero, cuando 18 personas fallecieron en un incendio dentro de una supuesta clínica clandestina del Suburbio.
Ledesma, quien el pasado lunes, tal como publicó EXPRESO, ya había hablado de una prórroga, sin especificar eso sí el tiempo, advirtió que quienes no cumplan, “serán categorizados como clandestinos, aplicándoles las más severas sanciones administrativas”.
Mariano Ávila, otro propietario, indicó que, aunque consigan la licencia en ese tiempo, deberán subir los costos de las mensualidades, como mínimo en $ 700, a pacientes que no tienen ni 100 para pagar.
Ellos calculan que para cumplir con los requerimientos de Acess deberán invertir más de $ 300 mil solo en adecuar sus espacios. Además de otros $ 8 mil mensuales solo en sueldos para el personal médico. “Y solo nos dan capacidad para 20 camas”, detalló Ávila.
Ante esto, Espinosa precisó que tiene un plan a mediano plazo, que es la construcción de un nuevo centro de rehabilitación para Guayaquil, que tendría capacidad para atender a 7.000 pacientes con problemas de adicciones y 20 camas para desintoxicación.
Para su implementación, de acuerdo con la funcionaria, se ha aprobado un presupuesto inicial de $ 4 millones para iniciar los estudios que permitan concretar el proyecto. No obstante, el costo total de la obra se calcula entre los $ 14 y $ 15 millones. “La operatividad de este centro tiene un estimado de $ 1,7 millones anuales”, precisó.
Hay dos terrenos en los cuales se prevé su edificación: uno tras los predios del Hospital Universitario, y otro, aledaño al hospital del Guasmo.
Pero como ella misma aclaró, es una solución que estaría lista en mínimo 24 meses, luego de la aprobación del presupuesto anunciado.
¿Mientras tanto? Comentó que el Ministerio de Salud ha hecho una modificación en el modelo de la ruta de atención gratuita para personas con problemas de adicción que ya se aplicaba, pero que de acuerdo con los mismos pacientes es deficiente.
“La modalidad que teníamos tenía una restricción y es que, el internamiento, ambulatorio intensivo o en los Centros Especializados para el Tratamiento de Alcohol y otras Drogas (Cetad), requería de un primer paso de desintoxicación”, explicó.
Asimismo, aclaró que en el nuevo centro también se atenderán mujeres, pues corroboró, tal como también lo anunció este
LA CIFRA $ 15 MILLONES aproximadamente se invertirían en la construcción del centro de rehabilitación. En 90 días es imposible que las cosas mejoren porque hay que invertir demasiado dinero con temas que se salen de contexto en la implementación de las clínicas. El Estado tiene sus estadísticas, pero no se apegan a la realidad. No es lo que nosotros vemos cuando caminamos en el Guasmo, en el Suburbio, en los lugares marginados.
Diario, que en Guayaquil no existen centros públicos femeninos.
En este sentido, Ávila, quien tiene una clínica en vías de legalización en el centro de Guayaquil, es más crítico. Cree que con el incendio del Suburbio, no solo se reveló que hay lugares que no tienen las medidas de seguridad para funcionar, sino que también sacó a flote los “errores del Estado (en materia de rehabilitación de drogas), con los que no han podido, ni van a poder salir adelante porque están lejos de la realidad”.
Harry López coincide con Ávila y asegura que sí hay lugares que funcionan con negligencia, pero hay otros que están tratando de regularizarse, pero que difícilmente lo conseguirán en tres meses. “Los que estamos tratando de mejorar, hemos sido la solución del país”, reflexionó.