Innovación: un acuerdo nacional
EDITORIAL
Recientemente se realizó en Guayaquil, con poca cobertura de los medios de comunicación que, salvo excepciones, apenas sí dieron cuenta del acontecimiento, una reunión que juntó , convocados por la Zede y la red Cedia que aglutina cuarenta universidades ecuatorianas, a sectores académicos con representantes de las cámaras empresariales y organismos gubernamentales. Dicho de otra manera, cabe relievar el acontecimiento dado que hace mucho tiempo que no se intentaba en Guayaquil poner en práctica la recomendación de Sábato, sintetizada en su famoso triángulo como factor vital para procurar el desarrollo: el esfuerzo conjunto de la empresa, la universidad y el Estado.
Luego de importantes confe- rencias que insistieron en destacar el camino seguido hacia la innovación en el desarrollo de dos países: España (específicamente el País Vasco) y Uruguay, en el período de preguntas y comentarios se insistió en la obligación de fomentar, a partir del robustecimiento de la investigación en los centros académicos y empresariales, también por supuesto en el sector estatal, los esfuerzos que en los mismos ámbitos se vienen realizando en favor de la innovación. Si la innovación es el futuro, se dijo, no hay futuro sin innovación. En efecto, en un mundo globalizado, únicamente los países que han fortalecido, incluso creado, ventajas competitivas a partir de la innovación, estarán aptos para enfrentar los desafíos del porvenir. Valga destacar, puesto que es un hecho trascendente, que todo proceso de innovación
Es imperativo no quedarnos atrás respecto a los procesos de innovación en todos los ámbitos’.
debe de tener presente las consideraciones ambientales, esto es que los procedimientos que en cualquier ámbito se programen no pueden agredir al medioambiente; por el contrario, tienen que ser amigables con él.
Como es visible el atraso que en relación a otros países del mundo y del vecindario mantiene el Ecuador en lo relativo a investigación y por tanto también en cuanto a innovación, es imperativo realizar esfuerzos para superarlo y bien conviene, tal cual se planteó por parte de algunos participantes en el evento comentado, procurar un acuerdo nacional por la innovación que, reuniendo en afán común a los organismos pertinentes del Estado, con los sectores empresariales y los académicos, permita dar los pasos requeridos para superar con éxito la actual situación.