Elecciones locales 2019
Se inició la campaña electoral el martes 5 de febrero para elegir 23 prefectos y viceprefectos, 221 alcaldes, 867 concejales urbanos, 438 concejales rurales, 4.089 vocales principales de las juntas parroquiales rurales y 7 autoridades principales y suplentes del Consejo de Participación Ciudadana y Control Social-cpccs el 24 de marzo, que suman un total de 5.675 cargos, pero que hacen 11.069 autoridades a elegirse entre principales y reemplazos. Para estas elecciones el Consejo Nacional Electoral-cneha habilitado a un total de 278 partidos y movimientos políticos que se clasifican territorialmente en: 21 nacionales, 72 provinciales, 164 cantonales y 21 parroquiales rurales. En estas elecciones se presentaron alrededor de 80.281 candidatos inscritos.
Las cifras reseñadas han suscitado diversos comentarios en la ciudadanía, de alarma y preocupación, debido a las elevadas cifras de partidos y movimientos, como de candidatos inscritos, este fraccionamiento merita algunas explicaciones: 1.- Seguimos sosteniendo que nuestro sistema de partidos y movimientos políticos es aún débil institucionalmente, no estructurado por jerarquía territorial y sin encadenamiento organizativo, líderes propietarios; no poseen una presencia activa permanente, registran escasas actividades de formación y capacitación para sus militantes y simpatizantes, entre otras debilidades. 2.- En un escenario nacional acosado por un gradualismo económico, a base de “paquetazos”, de un gobierno vacilante y que por presión empresarial hace recaer el peso de la crisis en los sectores sociales subalternos, obviamente que por la coyuntura el proceso electoral produce desencanto, confusión e indecisión. 3.- Contradictoriamente también genera expectativas de cambio o de un puesto, en ciertos grupos sociales y que se objetiva en el récord actual de 80.281 candidatos inscritos, que se ha triplicado si se compara con los 31.910 candidatos del 2009 y los 28.180 del 2014. 4.- Además, el CNE ha sido muy laxo en relación a las elecciones internas de los candidatos, al control del financiamiento y uso de los aparatos del Estado y a la calidad de los planes de gobierno.