La caída en España del falsificador más buscado
El argentino llevaba 30 años en el país usando identidades falsas ❚ Con su sofisticado laboratorio servía a toda Europa
En un edificio de oficinas de Rivas Vaciamadrid, camuflado como una suerte de imprenta, tenía montada toda una industria de falsificación de documentos: DNI, pasaportes, tarjetas de residencia, visados... A Néstor Aníbal, una vida de 70 años dedicada a crear identidades falsas -incluidas las cuatro suyaslo pillaron con todo el equipo: dos sofisticados grabadores láser, maquinaria para realizar cortes en material plástico en alta velocidad, seis impresoras de sublimación digital para imprimir fondos de seguridad, dos prensas de impresión tampográfica y termográfica, dos escáneres, seis impresoras láser, tres equipos informáticos de última generación y unas 2.000 tarjetas en blanco (PVC y PC), la mayoría con el chip incorporado... No había papel que se le resistiera y no requería laboratorios complementarios.
Los agentes del Grupo Técnico Falsedades documentales de la Policía Nacional lo detuvieron junto a su hijo, un empleado para el mantenimiento de la maquinaria y otras nueve personas, casi todos españoles e intermediarios marroquíes que, además, integraban su círculo de confianza encargado de gestionar los encargos, los pagos y las entregas de los documentos con un coste de hasta 5.000 euros ($ 5.660).
Néstor Aníbal, argentino, llevaba 30 años en España de forma irregular usando -que se sepacuatro identidades con distintos fines. Unas veces era Néstor Aníbal, y otras era Juan Carlos, Alfredo y Mateo; usaba una de ellas para su actual mujer, con quien llegó a abrir un plan de pensiones y una caja de seguridad donde guardaban 25.000 euros.
Para los investigadores, se trata del “mayor laboratorio de falsificación documental localizado hasta la fecha”. Las pesquisas comenzaron en junio de 2018.
Los intermediarios de origen marroquí se encargaban de facilitar a sus compatriotas las documentaciones a través de familiares que estuvieran en España. Una vez que los papeles estaban en posesión de sus destinatarios en Marruecos, estos accedían a España por vía aérea en vuelos directos o a través de las fronteras terrestres de Ceuta y Melilla.
Por los pasaportes se pagaban 5.000 euros, mientras que por los permisos de residencia y de conducción alrededor de 800 y 1.500. Elaboraban pasaportes italianos, argentinos y marroquíes; cartas de identidad francesas o italianas, visados estadounidenses o tarjetas de residencia de España.
Los documentos falsos también eran utilizados para la constitución de empresas, la apertura de cuentas bancarias, la solicitud de créditos o la obtención de permisos de conducir. En algunos casos se ha detectado la presentación a los exámenes de otras personas, previa manipulación de la fotografía y del chip del pasaporte español de los interesados.
La Operación Chacal finalizó con la detención de 12 personas en Madrid (6), Barcelona (4), Vigo (1) e Ibiza (1). En esta última ciudad incautaron 75.000 euros y $ 20.000, 4 vehículos, 1 dron, varios dispositivos con información, documentos falsificados y otros en proceso de falsificación.
EL DETALLE Papeles. Entre otros documentos, fabricaba tarjetas de residencia, pasaportes de otros países, visados estadounidenses o permisos de conducir. LA FRASE El principal objetivo era la entrada y permanencia a España de inmigrantes ilegales. SERAFÍN GIRALDO, portavoz de la Policía Nacional española