La nueva Corte Constitucional
La Corte Constitucional (CC) designada luego de un proceso de selección llevado a cabo con seriedad, transparencia e independencia tomó posesión ante la Asamblea Nacional y de inmediato entró al ejercicio de sus funciones.
La integran nueve ciudadanos de alta calidad académica, de prestigio internacional, con un pasado transparente y, fundamentalmente, con pleno conocimiento de que tan alto tribunal de justicia debe ser independiente para actuar en defensa de la vigencia de la Constitución de la República.
Por unanimidad eligió al Dr. Hernán Salgado Pesantes como su presidente. El doctor Salgado es un jurista de talla internacional. Fue presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y miembro de la Corte Suprema de Justicia del Ecuador. Junto a él todos los integrantes de la nueva CC actuarán para que la justicia sea independiente y no lo que fue en el régimen correísta: un cuerpo colegiado al servicio de los designios y de la voluntad del hoy prófugo de la justicia.
En sus primeras declaraciones ante el país, la CC ha expresado lo que el Ecuador ha esperado oír desde hace años. “La CC va a trabajar con independencia, cero corrupción, celeridad y dictando sentencias claras, coherentes y debidamente argumentadas que permitan un sistema judicial sin precedentes”.
La CC es el más alto tribunal de justicia en el Ecuador, al igual que lo es en todos los países en donde se impone la seguridad jurídica y la aplicación ineludible del debido proceso. Una herencia fatigosa le dejó a esta CC la anterior que cesó en sus funciones hace seis meses: más de 14.000
La única explicación que cabe ante semejante absurdo es que la anterior CC estuvo lista para despachar solamente las causas que le interesaban al correísmo’.
causas represadas, es decir, sin haberlas resuelto. La única explicación que cabe ante semejante absurdo es que la anterior CC estuvo lista para despachar solamente las causas que le interesaban al correísmo.
Una de las tareas vitales de la CC es la de evaluar a todos los jueces del país, de todos los niveles, para determinar quiénes cumplieron con su tarea de ser verdaderos administradores de justicia y quiénes no. Por fin el país tiene una verdadera Corte Constitucional.