Criminales de lesa humanidad
Venezuela sufre por la falta de alimentos y carencia de salud. Ante esto, Maduro, terco como una mula -con el perdón de la mula-, ha decidido no dar paso a la ayuda humanitaria que viene desde Colombia, aduciendo que Venezuela no mendiga nada a nadie. Su soberbia, camuflada de falsa soberanía, no le permite entender que esto no es limosna, que esta es la respuesta internacional para entregar una pequeña parte de lo que los venezolanos necesitan. Al dictador, si algo le falta no es alimento, pues su grotesca figura boteriana delata que tiene todas sus comidas al día y lo que le plazca a la puerta.
Maduro sabe que permitir la entrada de la ayuda humanitaria corresponde a reconocer el grave flagelo al que ha sometido a su pueblo. Este tira y jala continuará hasta que ocurra el resquebrajamiento de las fuerzas armadas de ese país, que deberían decantar en el apoyo contundente a Guaidó, pues sin esto no pasará mayor cosa.
Lo de Venezuela no es fácil, de ocurrir la salida de Maduro se deberá actuar en diferentes frentes para reorganizar la estructura gubernamental con figuras de gran nivel, establecer el control de los grupos chavistas, que buscarán sembrar el caos para tratar de recuperar el control perdido; implementar medidas con asesoría internacional, especialmente de Colombia y Estados Unidos, para evitar la conformación de grupos insurgentes que pretenderán, junto a los de Colombia, sembrar el terror y desestabilizar la naciente democracia en Venezuela; y convocar a elecciones libres y democráticas, para que finalmente el flamante presidente de la República se encargue de la restauración desde los escombros de la otrora millonaria potencia petrolera.
La comunidad internacional debe tomar medidas drásticas, como las adoptadas por Colombia y Estados Unidos contra el dictador y sus compinches genocidas, pues sus acciones constituyen crímenes de lesa humanidad. Maduro y su pandilla, deben terminar sus días frente a una Corte Penal Internacional, pagando con una sentencia ejemplarizadora todo el daño causado al pueblo venezolano.