Ni el VAR salvó a la Juve
Ni la tecnología impidió que un gran Atlético de Madrid, agigantado ante un desafío enorme, anule y devore ayer a la Juventus en el partido de ida de los octavos de final de la Liga de Campeones.
Los goles de los uruguayos José María Giménez y Diego Godín pusieron algo de justicia en el marcador, aunque la diferencia fácilmente pudo haber sido de unos tres goles más, de no mediar el error de Diego Costa al momento de definir, la espectacular intervención del golero Wojciech Szczesny en un mano a mano ante Antonie Griezmann y la intervención del VAR (Vídeo de Asistencia Arbitral) para anular una acción que terminó en las redes, por una sutil falta de Álvaro Morata sobre el defensa Giorgio Chiellini.
EL DETALLE Antecedente. Atlético de Madrid y Juventus se enfrentaron por primera vez en la fase del KO en la competición europea. Con goles charrúas, Atlético de Madrid venció a la Vecchia Signora en Champions. Pudo ser una goleada
El conjunto español ganó con indiscutible merecimiento, no recibió ningún tanto en contra y llegará al Juventus Stadium con dos goles de ventaja. Un plan y un desenlace perfectos para un equipo que quiere la Liga de Campeones, que no entiende de favoritos, que fue capaz de dejar en prácticamente nada a un rival de tal talla y a Cristiano Ronaldo.
Cada nuevo estadio necesita sus historias, momentos imborrables que trascienden el tiempo. En ello está el Wanda Metropolitano, que ya disfrutó con las semifinales de la Liga Europa ante el Arsenal y que ahora quiere más. Mucho más. Ya tiene una noche de Champions League vibrante, pero aún queda completarla el 12 de marzo en Turín.
No hay matices en la competitividad del Atlético. Tampoco en Diego Costa, un “guerrero” como lo calificó su entrenador Diego Simeone, pero también mucho más. El pasado sábado reapareció dos meses y diez días después de una lesión; ayer irrumpió en el once con la voracidad, la fuerza y la pasión que le hacen temible para cualquier oponente.
El ‘19’ rojiblanco fue el elegido para un partido de alto voltaje por Morata. También fue el faro sobre el que entendió el Atlético el origen de su partido.
Luego de la acción anulada a Morata, los hinchas locales apuntaron sus cañones contra el árbitro, que esta vez sí tuvo razón. Pero el fútbol a veces sí es justo y ayer lo fue con los españoles, que alcanzaron una buena renta. En la revancha tendrán el escenario propicio para aplicar su mejor arma, el contragolpe, y dejar afuera a uno de los favoritos de este año.