ERNESTO PAZMIÑO
EL CONTEXTO Ernesto Pazmiño está optimista. Piensa que con un modelo de gestión con visión más humana en seis meses, a partir de marzo, podría empezar a ver los resultados. Habla de reducción de los índices de violencia, mejoras en el sistema de alimentación, la disminución del hacinamiento. Envió ya un plan para la declaratoria de la emergencia.
Ernesto Pazmiño quiere darle un giro a la rehabilitación social. Busca un modelo más humano, con menos policías y guías y más terapeutas. Reconoce que hay corrupción y busca combatirla. − ¿Qué hacer con un sistema de rehabilitación en crisis? − Hemos hecho un diagnóstico y consideramos que esta crisis se debe de manera prioritaria al enorme y grosero hacinamiento que existe en las cárceles, que provoca consecuencias fatales. − ¿Qué provoca hacinamiento? − Una política equivocada desde el sector justicia en relación al uso de la prisión preventiva y a las medidas extremadamente punitivas que se aplicaron en el Gobierno anterior y en la creación de leyes penales, las resoluciones judiciales de la Corte de que para procedimientos abreviados no se suspenda condicionalmente la pena. El otro factor es la acumulación de penas. Lo grave del hacinamiento es que genera otras consecuencias funestas al interior de las prisiones. − ¿Como cuáles? − Cárceles llenas provocan inseguridad y corrupción. En la cárcel de Latacunga hay 5.700 PPL; ingresar tabacos para esa cantidad es lucrativo. Está prohibido el ingreso de tabacos, pero entran más que si fueran permitidos. Una cajetilla vale de 40 a 50 dólares, eso genera corrupción. − Pero la corrupción siempre ha existido, es un mal que no ha podido erradicarse. − Siempre ha habido corrupción, pero las megacárceles tienen como consecuencia directa generar esos procesos de corrupción porque el negocio con esas enormes cantidades de privados de la libertad se hace más lucrativo, al igual que el ingreso de droga. Entonces se crean mafias al interior mucho más poderosas. − Si ya saben cuál es el problema, debe haber una solución. − El sistema actual, en el análisis que hemos hecho, es deficiente, inhumano, violento y corrupto. Para hacer un sistema de rehabilitación eficiente pretendemos fortalecer el eje de educación y el laboral en las cárceles. − ¿Cuál es la propuesta? − Hay necesidad de conformar un sistema de rehabilitación humano, con visión de derechos. Por eso propongo menos policías y agentes de seguridad y más psicólogos y terapeutas. La rehabilitación tiene que ser interpersonal, entre dos seres humanos.