Ojalá renazcan las bibliotecas escolares y colegiales
En Guayaquil las bibliotecas de escuelas y colegios fiscales tienden a desaparecer por falta de apoyo gubernamental o por descuido de directores o rectores, como la del colegio fiscal Vicente Rocafuerte, que iba a ser digitalizada en el gobierno anterior, pero no presta servicio porque no cumplió y los libros se encuentran embodegados. En Don Juan, una comunidad del cantón Jama, Manabí, la fundación A mano manaba mantiene una biblioteca para niñas, que no la ha detenido nada; a pesar del terremoto anterior, sus empeñosos colaboradores buscaron ayuda para reconstruirla y llegar a la excelencia.
Pues bien, el Congreso de Estados Unidos de América la designó parte de los establecimientos en la categoría Mejores prácticas reconocidas: Alfabetización multigeneracional. Esta distinción nos honra y debe incentivarnos para que las bibliotecas de escuelas y colegios fiscales renazcan, ahora que el Ministerio de Cultura y Patrimonio nombró al 2019 como el año de las bibliotecas.
Si queremos contar con alumnos lectores debemos llevarlos a las bibliotecas, que siempre han sido lugares de investigación, reflexión, sabiduría y entretenimiento gratuitos y no solo al internet para “copiar y pegar” y pagar por el servicio; así los educandos no tendrán el pretexto de que no cumplieron con las tareas porque no tenían dinero.
Lic. Augusto Burgos F.