“Debemos acabar con esta indiferencia política inducida”
“es La política es sucia, la política
corrupta, no hay que intervenir en política...”, son mensajes destinados a salvaguardar la ética y la seguridad personal a costa de abandonar los asuntos públicos en manos de otros.
Malos mensajes, sobre todo para las nuevas generaciones, cuyos integrantes han crecido y y se han desarrollado en un ambiente de desconfianza y apatía generado por un ejercicio opaco, mal intencionado, corrupto y exento de valores. Sin embargo, no existe posibilidad de avanzar en la consolidación democrática de las instituciones sobre las cuales descansan la justicia y los derechos ciudadanos si la ciudadanía no participa organizadamente para garantizar su representatividad en las más altas instancias de nuestra nación.
Señor director, esta indiferencia política inducida por la conducta indeseable de quienes se encargan de los asuntos públicos resulta especialmente perjudicial para el país, cuyo sistema se ha decantado por el abuso de privilegios, corrupción e impunidad para sus delitos. Este escenario resulta especialmente disuasivo ante una juventud privada de educación de calidad y sobre todo de información indispensable para generar espacios de discusión, análisis y participación.
¡Es la ciudadanía la única y principal responsable de abrir los candados que hoy la marginan!
Ec. Mario Vargas