May cede a la presión y acepta retrasar el Brexit
La ministra británica dejará la decisión en manos del Parlamento
La primera ministra británica, Theresa May, cedió ayer a las presiones del ala conservadora más europeísta al aceptar que el Parlamento tenga, como última opción, la posibilidad de votar un retraso del Brexit.
La jefa del Gobierno compareció ante la Cámara de los Comunes para informar del estado de sus negociaciones con Bruselas, destinadas a hacer algunas modificaciones sobre el acuerdo ya negociado, a fin de que pueda superar en Londres el trámite parlamentario.
En su declaración, May ofreció tres alternativas para desenredar el complicado nudo del “brexit”, después de que los Comunes rechazasen en enero el documento consensuado entre Londres y Bruselas.
La “premier” se comprometió a presentar un acuerdo del “brexit” retocado, como muy tarde, el próximo 12 de marzo, como ya lo había adelantado. Pero si no hay consenso en la cámara baja a favor de ese pacto, entonces los Comunes podrán votar, como muy tarde el 13 de marzo, sobre si quieren una retirada de la UE sin acuerdo.
En caso de que esa segunda opción tampoco prosperara, la cámara podrá decidir -el 14 de marzo- si retrasa el “brexit” más allá de la fecha fijada del 29 de marzo, lo que implicará pedir una ampliación del vigor del Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece el periodo de negociación sobre la salida de un país comunitario.