Hallan microplásticos hasta en las entrañas de los mares
Especialistas encuentran fibras en los vientres de diminutas especies
Un equipo de investigadores halló por primera vez microplásticos en las entrañas de minicrustáceos que viven a 11 km de profundidad, lo que demuestra que ningún ecosistema marino se libra de este tipo de contaminación.
Los autores del estudio publicado ayer en la revista Royal Society Open Science disecaron 90 especímenes de anfípodos lisianásidos, una especie de minúsculas gambas, que fueron recolectadas en el fondo de seis de las fosas oceánicas más profundas localizadas alrededor del Cinturón del Pacífico.
Nailon, polietileno, PVC, seda sintética... En total, 65 ejemplares, es decir, más del 72 % contenía al menos una micropartícula. Y en todos los lugares explorados: desde un mínimo de 50 % de los especímenes recolectados a casi 7.000 metros de profundidad en la fosa de Nuevas Hébridas de Vanuatu, hasta el 100 % a casi 11.000 metros en la fosa de las Marianas, al este de Filipinas, la más profunda conocida.
“Esperaba encontrar algo, pero no que el 100 % de los ejemplares del lugar más profundo del mundo tuvieran fibras en sus entrañas”, explica Alan Jamieson, de la universidad británica de Newcastle.
Cada año se producen más de 300 millones de toneladas de plástico, de las cuales una parte acaba en los océanos.
Según estimaciones científicas, unos 5 billones de trozos de plástico que pesan más de 250.000 toneladas flotan en la superficie, un material que acabará por degradarse en micropartículas que se hundirán en el fondo del mar.