María Paula, la joya del squash regional
Moya, de 17 años, ha reinado en todas las categorías juveniles en los torneos sudamericanos. La corona panamericana, su nueva meta El squash me ha forjado como persona y me enseñó a no rendirme nunca. Eso lo aplico cuando represento al país, lo que es un orgullo. PARA SABER
villavicenciow@granasa.com.ec
CQUITO on tan solo 17 años, María Paula Moya es un referente del squash juvenil en la región.
Ha ganado campeonatos sudamericanos en todas las categorías, desde la sub-11 hasta la sub-19, esta última hace pocos días en Cochabamba (Bolivia). Además, ya cumplió su sueño de jugar en el circuito profesional, el año anterior.
Su gusto por el squash nació al ver a su hermano mayor practicarlo. “Cuando tenía 6 años jugué por primera vez y desde ahí no he parado. Es un deporte que te incentiva a seguir luchando por mejorar”, afirmó la joven deportista.
Sus padres, Gino Moya y Verónica López, son su mayor apoyo y quienes le acompañan a las diferentes competencias.
Con su madre compartió en el último torneo, el Sudamericano en Bolivia, donde obtuvo tres medallas de oro (individual sub-19, dobles mixtos y equipo femenino).
“Fue duro, en especial el individual, pero logré conseguir la medalla de oro. La final fue ante Luján Palacios, de Paraguay, con quien he competido varios años. Física y técnicamente somos parejas, la fortaleza mental me ayudó para derrotarla”, afirmó Moya.
Para el Sudamericano, María Paula se preparó durante tres meses, en los que partici- pó en los abiertos de Estados Unidos y Canadá, y una semana antes del campeonato viajó a Perú para trabajar bajo las órdenes del entrenador peruano José Manuel Elías.
“Este es mi primer año en la categoría sub-19 y es muy positivo haber obtenido el campeonato. Con el tiempo he ganado madurez mental y eso me aportó para jugar tranquila”, destacó la squashista.
Sobre su debut en el circuito profesional, en Atlanta (Estados Unidos), contó que fue una gran experiencia. “Gané el clasificatorio y accedí al cuadro principal donde enfrenté a rivales de gran nivel. Aprendí mucho en ese torneo”, afirmó.
También participó en los Juegos Olímpicos de la Juventud, desarrollados en Buenos Aires, como embajadora panamericana.
De esta vivencia señaló que “fue algo único, me enfrenté a las mejores jugadoras del mundo, y apoyé para que el squash sea considerado un deporte olímpico”.
Para esta temporada tiene planificado participar en más torneos del circuito profesional hasta junio y después su gran meta: el Panamericano Juvenil.
“El año anterior quedé en tercer lugar. Ahora tengo la revancha, quiero ganar el campeonato”, enfatizó Moya, quien también tiene como objetivo de este año el graduarse del Centro Educativo Bilingüe Internacional, de Ambato, donde cursa el tercero de bachillerato.
En su rutina diaria combina los estudios, en la mañana, con la tarde de entrenamientos y labores de gimnasio en la noche.
Cuando con el auspicio de raquetas Tecnifibre, y tiene una beca del Comité Olímpico Ecuatoriano “que me ayuda a cubrir viajes y recibo un sueldo básico mensual”.