Más vale tarde que nunca
Un poco tardía es la resolución que tomó el Gobierno Nacional en relación con Unasur. Pero “más vale tarde que nunca”. Lenín Moreno anunció oficialmente que Ecuador sale del tratado sudamericano conocido por las siglas Unasur, organización que desde que nació tuvo una tendencia fundamentalista antes que integracionista. Razón tiene Lenín Moreno cuando indica que “Unasur se transformó en una plataforma política que destruyó el sueño de integración que nos vendieron”. El gobierno de Correa, caracterizado por el derroche que hizo de los dineros del pueblo, levantó en la mitad del mundo, en Quito, un edificio destinado a Unasur con un costo superior a los cuarenta millones de dólares. Allí está, como un monumento a la equivocada política que tuvo el correísmo al considerar que son los edificios carísimos los que salvan a un país. El fracaso de Unasur se debe a que cuando se actúa más con emoción que con razonamiento, se cae en el fanatismo o en el fundamentalismo. Tan verdadera es esta afirmación que el gobierno de Correa tuvo el cinismo de levantar junto al edificio multimillonario de Unasur, una estatua para perennizar a Néstor Kirchner, expresidente de Argentina, figura nefasta para su país y para América Latina, por haber actuado junto con su cónyuge en actos de corrupción que están siendo juzgados por la justicia Argentina. Va a retirarse esta ignominiosa estatua porque constituye un insulto a la dignidad del pueblo ecuatoriano, que no debe rendir homenaje a un corrupto.
Lenín Moreno parece ser que ha dejado el fundamentalismo que origina la famosa “revolución
Va a retirarse esta ignominiosa estatua porque constituye un insulto a la dignidad del pueblo ecuatoriano, que no debe rendir homenaje a un corrupto’.
del siglo XXI”, para actuar con un pragmatismo útil que es el que debe caracterizar a los verdaderos gobernantes. América Latina, luego de haber soportado gobernantes mentirosos, corruptos, que llegaron al poder gracias a la “emoción” que produjeron frases demagógicas de sus falsos “revolucionarios”, empieza a despertar para entender que no es a base de discursos como se logra el “bienestar” de las masas. Por ahora: bien por salir de Unasur y por derrocar la estatua del corrupto Kirchner. que aumenten las inversiones y así pueda demandar y acoger esta fuerza laboral.
Es imperativo que se hable de reformas necesarias para el crecimiento del país: la eliminación de aranceles e impuestos como el ISD. La economía es dinámica, por lo que la eliminación del ISD conllevaría a un aumento en la inversión extranjera, y por ende más recaudación en IR, IVA e ICE; es decir, el Gobierno puede obtener más recursos incluso, y los ecuatorianos podemos acceder a más empleo.
Ecuador debe mirar hacia el futuro y potencializar la producción para competir a nivel internacional.
Los créditos productivos a la industria local y el agro, con reformas que abaraten costes y reduzcan el exceso de trámites a nuestros productores, darán como resultado un aumento en la competitividad.
María Isabel Salvatierra