Victoria azul que devuelve la ilusión
Emelec protagonizó su mejor partido de la temporada remontando un 0-1. López Pissano fue la figura de los eléctricos
duenass@granasa.com.ec uego de un comienzo de temporada, entre Copa y Ligapro, decepcionante (por su forma de jugar), Emelec se curó las heridas contra El Nacional y le devolvió las esperanzas a su hinchada, que ayer vio la mejor gala de fútbol de los eléctricos en este 2019. Lo más sobresaliente: remar a contra corriente. El resultado comenzó en contra y terminó en triunfo.
Emelec es un club hermético. Conocer detalles de lo que sucede a la interna es casi imposible. Uno de los grandes cuestionamientos es la constante rotación de futbolistas en el once titular de Mariano Soso. Para el duelo de ayer, el DT rosarino volvió a utilizar a otros jugadores. Se quedaron fuera Gabriel Cortez, Fernando Guerrero, Pedro Quiñónez, Joao Rojas y Dixon Arroyo, que en Copa ante Huracán -la mayoríaestuvieron en cancha.
Pero lo cierto es que la rotación que tuvo Emelec en el campo le dio mayor movilidad a un equipo que en sus anteriores cotejos de este 2019 tuvo una producción bajísima de fútbol. Al final, resultó todo positivo.
Joel López Pissano se convirtió en el conductor del Bombillo, recordándoles a los hinchas su mejor faceta dentro del campo. En la pelota detenida, todas las ejecuciones del argentino llegaron a buen puerto. Asimismo, filtró algunos pases entre líneas para que se infle la red de El Nacional,
LGUAYAQUIL pero la precisión no estaba del lado del local.
El símil de López Pissano en el equipo visitante fue Manu Balda. El zurdo creativo de los puros criollos fue siempre el que llevó peligro al arco de Esteban Dreer. Su recurso más utilizado era el disparo de media distancia. Cuando intentó infiltrarse en el área y lo logró, afectó al Bombillo con el autogol que marcó Ronaldo Johnson.
Era un partido abierto, entretenido, y el 0-1 iba a obligar al local a arriesgarse más, pero la fortuna parecía no acompañar a los azules: varios goles fallados de cara a gol y otro que no pudo ser porque el vertical lo negó.
El buen trabajo de la primera etapa alimentó de intensidad a los azules, que en el segundo tiempo lograron refrendar su esfuerzo: en cuatro minutos igualaron las acciones a través de Carlos Orejuela y después Bryan Cabezas dibujó una corrida olímpica para el tanto de Billy Arce, quien anotó el gol de los tres puntos.
Soso va de la crítica al aplauso. Sus cambios funcionaron y el Bombillo vuelve a encenderse, recuperando su memoria de juego colectivo.
EL SUBE Y BAJA