En duda la continuidad del diálogo en Nicaragua
Liberan a más de 100 manifestantes detenidos en jornada represiva
La expectación por el rumbo que tomarán las negociaciones para resolver la crisis de Nicaragua dominó el ambiente local ayer, luego de las acciones de la Policía contra manifestantes para evitar protestas contra el presidente Daniel Ortega.
Tras los disturbios del sábado, ayer se vivió un ambiente de calma y de incertidumbre sobre si la opositora Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia debe volver a la mesa de negociaciones, ante la aparente falta de voluntad del Gobierno nicaragüense para resolver la crisis.
El sábado la policía detuvo al menos a 107 personas que intentaban protestar, según datos de la Policía local, o 164 de acuerdo con el movimiento que convocó a una marcha, la Unidad Nacional Azul y Blanco, que además reportó seis heridos a causa de los disparos realizados por los agentes. Horas más tarde, unos 100 opositores fueron liberados.
También se denunciaron agresiones de oficiales a periodistas y su irrupción a centros de comercio privados para capturar a los manifestantes, así como el asedio por varias horas en los edificios a los que no pudieron arrestar.
Hasta el cierre de esta edición la opositora Alianza Cívica no había informado si asistirá a la sesión de negociaciones con el Gobierno este lunes.