El Oro exhibe una réplica de su primera locomotora
La máquina se expone en la parroquia Piedras ❚ Un museo se levanta junto al vehículo ❚ El tren era utilizado para trasladar pasajeros y materiales mineros
ATRACCIÓN
mulas el cuarzo y oro explotados en Portovelo hacia Piedras.
“Esta empresa tenía grandes bodegas de almacenamiento para maquinaria. Los vagones iban llenos con material minero y venían con implementos para las labores mineras de Portovelo”, dijo el adulto mayor. Según Jorge, la línea férrea tenía una longitud de 75 kilómetros. Los poblados donde llegó el ferrocarril fueron: Puerto Bolívar, Machala, Santa Rosa, Bellavista, San Antonio, Jobo, Arenillas, Zaragoza, Mates, Tahuín, Playas y finalmente Piedras.
La comunidad viajaba cómodamente en los autocarriles, llamados la Buda, que solo servían para llevar pasajeros. Había otra máquina utilizada solo para carga, a la que decían La Panadera.
Samantha Castillo visitó la réplica para imaginarse cómo sería el tren en esa época. Se subió en la parte posterior de la máquina. La joven, quien estudia el primer año de bachillerato en el colegio Paquisha, de la parroquia Bocana, comentó que cuando era pequeña, sus padres le contaron que el tren sirvió para traer alimentos desde otras zonas de la provincia.
Cristhian Rivera, de 23 años, observaba las fotografías en el museo. En otras ocasiones había viajado en trenes turísticos por la Sierra del país.
Según Richard Tapia, presidente del Gobierno Parroquial, el objetivo de levantar la última estación del ferrocarril fue rescatar el único patrimonio que les quedaba. Buscaban atraer las visitas al sitio. “En esa época -rememoró-, la comunidad se vio beneficiada con la llegada del tren. El comercio se movía a buen ritmo por la llegada de los estadounidenses, quienes debían llevar su materia prima hacia los campos”.