Invertir en bodegas, una opción atractiva y segura
Con una rentabilidad anual de hasta el 12 %, constituyen una opción atractiva ❚ Las vías a Daule y Durán son un imán de ofertas y nuevos proyectos
La expansión industrial, en número y tamaño de empresas, alimenta un negocio que viene creciendo de forma silente, pero bajo buenos parámetros de rentabilidad. La venta y el alquilar de bodegas, que dentro de la provincia se concentran en las vías a Daule y Durán, siguen atrayendo inversiones locales y foráneas.
“Si usted me pregunta en dónde poner mi dinero, si en un bien residencial o uno industrial, yo le diría que en este último”, dice Katty Aguirre, asesora inmobiliaria de Remax, multinacional especializada en la venta de bienes del área comercial e industrial. Con una bodega, justifica, no solo se logra una mejor renta, sino que se tienen menores costos de mantenimiento.
Si la rentabilidad anual en el alquiler de una vivienda llega a un 5 % anual, en bodegas esta llega a elevarse entre un 8 y 12 %. Eso sí, advierte, como en todo negocio eso depende de la categoría del bien y del tipo de cliente al que se le rente. “En estos bienes yo puedo tener hasta el 1 % mensual de mi inversión, que ya está bueno porque significa que en menos de 10 años voy a recuperar el capital invertido. Cuando es un bien para residencia, usted debe esperar en promedio 10, 12 años y más”, sostiene.
La creciente demanda empresarial y lo atractivo de recibir un ingreso por un bien, que al ser rentado a empresas se vuelve puntual y seguro a largo plazo, han impulsado la expansión de este mercado. Las bodegas, cuenta Aguirre, que en los años 30 se asentaron en la avenida Carlos Julio Arosemena, se fueron de a poco desplazando a lo largo de la avenida Daule, hasta llegar a concentrarse en el km 10, sector hoy conocido como Inmaconsa, donde están los galpones de mayor demanda y cotización. En este lugar, ya copado, el costo promedio del metro de terreno está entre los $ 130 y $ 180. Si se creciente demanda de bodegas que compensan la inyección de capital en este cantón.
A ello se suma, dice Moscol, la facilidad para obtener permisos de funcionamiento (en el Municipio y Cuerpo de Bomberos) y la ubicación geográfica, que facilita a las empresas conectarse más fácilmente con otras provincias del Ecuador. “Está en la mitad del norte del país. Desde Durán se puede ir a Cuenca, Machala, Quito...”.
Hasta el año 2017, según el Directorio de Empresas y Establecimientos del INEC, más de 140 compañías del país reportaron dedicarse a la actividad de almacenamiento y depósito. No obstante, allí no constan las firmas que alquilan sus bodegas para otros usos, como el de acopio de productos ya terminados o que sirven de espacios para la labor de maquila.
En este mercado, empresas como Sai Baba, California, Eslive, Agunsa, Combo Durán o Dahause dominan el alquiler. Allí también se cuentan compañías internacionales que ofrecen bodegas más sofisticadas, como la peruana Ransa, que en 2017 registró ingresos en el país por más de $ 11 millones. Y otras que operan en Quito pero que este año ya planifican su arribo a Guayaquil. Aguirre cuenta que Signia, también de Perú, apunta a complementar su servicio con la administración de inventarios, buscando así cubrir una demanda en el mercado farmacéutico.
La lista, claro está, no incluye nuevos proyectos como Durán Business Center & Logistic, que en un plazo de 18 meses pondrá a la disposición 22.000 metros cuadrados de bodegas, dentro de un complejo que incluirá además oficinas y locales comerciales. Su costo de construcción alcanza los $ 950 por metro cuadrado.
EL DETALLE Costo del alquiler. En el mercado se llega a pagar desde $ 3,50 por metro cuadrado por bodegas antiguas, hasta 6 dólares cuando son más equipadas. QUÉ LAS HACE SEGURAS