Inmediatez
Lenín Moreno dice saber que Correa es corrupto y Correa no deja pasar una oportunidad para afirmar lo mismo del primero. Algo saben, algo creen saber y algo simplemente inventan el uno del otro, mientras la gente presencia este lamentable ‘show’. Todos damos crédito a estas vergonzosas telenovelas porque su desenlace es ya conocido, basta ver los culebrones políticos en Netflix para saber que en todos lados se cuecen habas.
El cineasta francés Francois Truffaut confesaba su placer secreto al dirigir escenas como la que he
querido graficar. El horroroso y a la vez ligero morbo social sobre estas historias parece explicarse en la conjunción de ciertas condiciones que los expertos han identificado:
1.- Los personajes públicos conocen cada cual -obviamente- de sus propias travesuras. 2.- También conocen de las travesuras de los otros, pero nunca lanzan al ruedo todo lo que saben, sea por falta de pruebas o por mera estrategia. 3.Los espectadores sabemos que algo está pasando, sabemos que hay travesuras de por medio, escuchamos por aquí, allá y acullá de los chanchullos de tal o cual personaje, pero a falta de sentencias y sanciones definitorias esperamos con ansias el desenlace del dramita semanal... que pocas veces llega.
Al igual que olvido para qué mismo desbloqueé mi celular en el instante en que empiezo a atender las mil y un alertas y avisos que me van apareciendo, por la emoción de la inmediatez, de igual manera olvidamos todos el fondo de esta vergonzosa dramaturgia. Y dejamos así de sacar conclusiones y de aprender de los errores.
Mucha gente -cada vez más- decide no ver noticieros ni leer periódicos. El énfasis en redes sociales
Al igual que olvido para qué mismo desbloqueé mi celular en el instante en que empiezo a atender las mil y un alertas... olvidamos ver el fondo’.
solo refuerza, en pedacitos cada vez más minúsculos e inmediatos, una realidad episódica e intrascendente. Nos corresponde, señores, a los que leemos páginas de opinión o nos preocupamos por los asuntos públicos, salir del corre corre, pensar y decidir cómo ir cerrando capítulos y produciendo aprendizajes que ayuden a construir un mejor futuro.
Quién sabe, tal vez el meme será algún día no tanto una argucia lúdica para pasar el rato, sino un instrumento pedagógico para la civilización.