La patrulla fronteriza libera a migrantes en terminal de buses
Sus instalaciones en Estados Unidos están al límite de su capacidad
“Ustedes sabrán lo que tienen que hacer”, le dice un oficial de la patrulla fronteriza de EE. UU. a un grupo de indocumentados a los que acaba de dejar en una terminal de buses en San Bernardino, California.
La autoridad fronteriza (CBP) ha liberado desde marzo a 40.000 familias centroamericanas que están solicitando asilo en Estados Unidos. No tienen cómo mantenerlos detenidos debido a la “capacidad limitada” de sus instalaciones.
Pero los traslados a San Bernardino, 100 km al este de Los Ángeles, comenzaron apenas hace una semana.
Sus rostros muestran una mezcla de cansancio e incertidumbre, pero al mismo tiempo de esperanza por estar en libertad. El oficial les recuerda que tienen que volver a la corte de migración en la fecha pautada o serán deportados.
Jennaya Dunlap, de la organización Coalición Justicia para Inmigrantes (IC4IJ), y unos 10 voluntarios sirven de comité de bienvenida. Luego los trasladarán al único albergue hasta ahora habilitado, en una iglesia católica.