Realeza, sumo y golf para Trump en Japón
Washington y Tokio, la primera y la tercera potencia mundial, persiguen un acuerdo comercial ❚ Visitará al nuevo emperador
El presidente de EE. UU., Donald Trump, llegó ayer a Japón para una visita de cuatro días que se anuncia cargada de muestras de simpatía, pero carente de avances concretos en materia comercial.
El Air Force One del mandatario estadounidense, que viajó acompañado de su esposa Melania Trump, aterrizó en el aeropuerto Haneda de Tokio bajo un sol radiante cerca de las 17:00 locales.
LA FRASE Yo seré el invitado de honor en el mayor evento que ellos (Japón) han tenido en unos 200 años. DONALD TRUMP, presidente de EE. UU.
Estados Unidos y Japón, la primera y la tercera potencia económica mundial, en ese orden, persiguen un acuerdo comercial y Trump no tardó en insinuar que él considera que existe un desequilibrio entre ambas naciones.
“Japón ha contado con una ventaja considerable durante muchos años. Pero eso está bien, quizá es por ello que ustedes nos aprecian tanto”, les dijo Trump a los directivos de algunas de las principales compañías niponas, incluyendo Toyota, Honda y Nissan, con quienes se reunió en la residencia del embajador estadounidense.
Tras la firma de un eventual acuerdo bilateral, la relación será “un poco más justa”, indicó.
“Con este acuerdo, esperamos enderezar el desequilibrio comercial, eliminar las barreras a las exportaciones de Estados Unidos y garantizar la ecuanimidad y la reciprocidad en nuestras relaciones”, declaró el mandatario norteamericano.
En su segunda visita a Japón, Trump será el primer dirigente extranjero en reunirse con el nuevo emperador, Naruhito, quien llegó al trono del Crisantemo el 1 de mayo tras la abdicación de su padre, Akihito, un símbolo de la fuerte relación que tejieron estos dos países antaño enemigos.
El punto central de esta visita de Estado es la reunión de mañana con el emperador, seguida de un banquete por la noche en el palacio imperial.
Pero para los japoneses aparentemente el punto álgido de la gira será hoy, cuando el presidente Trump asista al último día del torneo de sumo y entregue un trofeo de 1,4 metros de largo al vencedor.
La parte formal del viaje se limita a una corta reunión bilateral y un almuerzo de trabajo mañana, y posteriormente los dos funcionarios harán declaraciones a la prensa. También tienen previsto encontrarse con familiares de personas secuestradas por Corea del Norte durante los años de la Guerra Fría. Los analistas esperan pocos avances en el tema que más divide a los dos países aliados: el comercio.