Protestas por la muerte de un repartidor de Glovo
En Barcelona (España) sus compañeros aseguran que la situación laboral es precaria ❚ El hecho está en investigación
La muerte de un repartidor a domicilio de la empresa Glovo, atropellado el sábado por un camión de la limpieza de Barcelona (España), ha desatado las protestas de sindicatos y compañeros del fallecido, que denuncian las condiciones de precariedad en las que se ven obligados a trabajar.
El ciclista (“rider”), de 22 años, falleció sobre las 23:30 horas del sábado en el cruce entre la calle Balmes y la Gran Vía, en un accidente que está siendo investigado por la Guardia Urbana.
LA CIFRA 800 EMPLEADOS contaba la compañía de origen español hasta el cierre de 2015.
El Ayuntamiento de Barcelona ha lamentado la muerte del joven y ha trasladado su pésame a la familia, mientras que los sindicatos IAC y UGT han vuelto a denunciar las condiciones de trabajo de estos repartidores en bicicleta y “la falta de protección en riesgos laborales y la fragilidad del colectivo ante los accidentes”.
La empresa Glovo ha lamentado profundamente la muerte de uno de sus repartidores, ha anunciado que activará el seguro privado que cubre la actividad y ha asegurado que está “colaborando con las autoridades para determinar las causas de este lamentable suceso” y contactando con la familia del joven, que, según sus compañeros, era de originario del Nepal, para transmitir su apoyo y condolencias.
“En cuanto se esclarezcan los hechos iniciaremos los trámites para activar el seguro privado que cubre la actividad del repartidor en caso de accidente”, ha añadido la empresa, que ha rogado “máxima prudencia hasta que las autoridades resuelvan los hechos”.
La muerte del joven, la séptima víctima mortal este año en accidentes de tráfico en la ciudad de Barcelona, ha provocado la protesta de un centenar de compañeros del fallecido, que se han concentrado ante la sede de Glovo en Barcelona y han cortado la calle con sus bicicletas y una hoguera hecha con sus bolsas de trabajo.
“Sabíamos que esto pasaría antes o después, porque este modelo de negocio te obliga a trabajar muchas horas”, dijo a la agencia EFE Javier Morata, extrabajador de la empresa de reparto en bicicleta.
“Somos los nuevos esclavos del siglo XXI. Trabajamos en condiciones indignas y el cansancio provoca accidentes”, dijo un ciclista nepalí, que aseguró que conocía al fallecido y que era compatriota suyo.
“Los inmigrantes todavía cobran menos que los nacionales, aclaró Morata, porque como no tienen papeles no facturan directamente a la empresa sino que lo hacen a través de intermediarios que se llevan una comisión”.
Algunos de los trabajadores colocaron flores y velas en la puerta de la empresa e intentado hacer un acto de recuerdo pacífico, pero otros se mostraron muy indignados y han tirado las bicicletas en medio de la calzada. Según el sindicato, el atropello muestra el empleo precario y sin protección de las plataformas digitales.