Cinco explosiones, sin conocer al causante
Las autoridades de la universidad pondrán la denuncia en la Fiscalía
Aulas, oficinas y un centro de atención de enfermería fueron afectados por la detonación de un nuevo artefacto explosivo, que fue colocado la noche del jueves pasado en una de las paredes externas de la biblioteca Dr. Alfredo J. Valenzuela de la facultad de Ciencias Médicas de la Universidad de Guayaquil.
Se trata de la quinta detonación que se registra este año en
los predios de este centro de estudios superiores, sin que hasta ahora se conozca a los responsables.
El rector del alma mater y presidente de la Comisión Interventora para el Fortalecimiento Institucional (CIFI), Roberto Passailaigue, recorrió ayer el área afectada junto a un grupo de técnicos.
En el exterior de la biblioteca de Medicina se observó un orificio y una mancha de hollín; mientras que en el interior había libros regados, computadoras destrozadas, sillas y pupitres dañados. Por efecto de la onda expansiva, hasta el acondicionador de aire se averió.
Passailaigue recordó que este es el quinto atentado en lo que va del año. En febrero hubo dos explosiones con artefactos tipo camareta. El 7 mayo un auto fue incinerado por otro explosivo, en los parqueaderos de la facultad de Educación Física. Y el 29 de ese mismo mes, a pocos metros del sitio del atentado de este jueves, colocaron una bomba debajo del auto de una empleada de la facultad de Medicina.
El rector calificó al acto del jueves como “terrorista” y exhortó al Ministerio de Gobierno y a la Fiscalía a que intensifiquen las investigaciones para identificar a los responsables de estos actos subversivos.
Además, le pidió al Ministerio de Economía y Finanzas que entregue los recursos a la universidad para poder ejecutar el plan de emergencia para reforzar la seguridad interna en sus predios.
Los alumnos piden a las autoridades que implementen medidas de seguridad.