Y el circo de la Asamblea Legislativa, ¡hasta cuándo!
Es una pena que nadie haga caso de las denuncias ciudadanas, de los reportajes que hacen los medios de comunicación, de los artículos y opiniones de personas desinteresadas que solo exponen sus pensamientos. Pero el mundo se encuentra sordo y por contagio nuestro país también. Tenemos robos a las arcas del país y con parsimonia se investiga a medias, nada en concreto. El caso Gabela, el secuestro de Balda, los fondos para la reconstrucción de Manabí, las empresas chinas, la pesca ilegal, el pago de los jubilados, etcétera, etcétera.
¡Hasta cuándo debemos soportar el circo de la Asamblea Legislativa, que ni para mínimas cosas se pasan días enteros y no alcanzan a concretar.
La seguridad para Guayaquil es de imperiosa necesidad, sin embargo, un juego de palabras entre funcionarias nos impide comenzar por lo menos.
Las huelgas de hambre ya no asustan a nadie. Los funcionarios pasan como los transeúntes en las calles, cada día los cambian por lo que no se interesan en solucionar
los problemas. Hablando de la justicia, es otro cáncer; la demora, de hecho, deja en indefensión a los usuarios. Pero es curioso que casos recientes se resuelven cuando se trata de personas influyentes y los de a pies pasan años sin tener resultados. Los trabajadores de Celec EP vienen reclamando sus derechos pisoteados desde 2013 sin solución. Se encuentran ante la Corte Constitucional desde 2016 y nada. Los obreros jubilados de la Universidad de Guayaquil se encuentran reclamando durante varias administraciones sus derechos y solo promesas y nada de pago. La minería ilegal debe ser reprimida, sin embargo es una verdad que alguien poderoso económicamente debe estar detrás de esta actividad. Tantas toneladas de droga incautadas; algunos presos. A los generadores, financistas, facilitadores -la gente que verdaderamente mueve ese veneno- nadie los toca.
Ab. Franklin Lituma Manzo