Los Chirijos presenta al Festival de la Gallina Criolla
En la parroquia rural de Portoviejo dedican un evento popular al platillo
“Cuando es de gallina criolla se reconoce, el caldo de gallina criada en casa es distinto y mejor, es comida de los dioses”. Así se expresó la portovejense María Coveña, mientras saborea una porción recién servida de la olla.
De la bandeja sobresale una presa de esta ave, que se cría en los patios de las viviendas de las
zonas rurales de Manabí. El cilantro picado le da color y sabor a este potaje popular.
Uno de estos lugares, donde la tranquilidad, hospitalidad y la gastronomía constituyen un atractivo, es la parroquia rural Chirijos, perteneciente a Portoviejo, la capital manabita.
Los platillos elaborados con productos del campo, como la gallina, caracterizan a este rincón ubicado a 50 minutos del casco urbano. En base a ese potencial culinario autóctono, desde hace cuatro años, a través del Cabildo se proyectó la realización de un festival dedicado al caldo de la gallina criolla, en el que convergen también otros manjares, como el seco, la tonga, hayaca, humita, torta de choclo, majada, greñoso...
En el marco de la cuarta edición del festival se organizó la semana pasada la Primera Copa Culinaria del caldo de gallina. Bella Ávila, del balneario Vista Hermosa, fue la ganadora y quien se adjudicó la medalla de oro y un premio de 500 dólares. Además, representará a su parroquia en la gran final de Portoviejo, a realizarse el 1 de noviembre. La música, el teatro, los amorfinos y la danza divirtieron a las familias que acudieron a disfrutar de la buena gastronomía.
Eulalia Posligua, sexagenaria de Los Chirijos, durante cuatro años ha participado del evento, llevando su receta ancestral y los secretos de la abuela desde la campiña manabita. Recomienda cocinar a fuego lento, con la olla media tapada hasta que la carne de la gallina esté suave.
Comensales. Una turista disfruta el tradicional caldo de gallina.