Las llamas en la Amazonía encienden la angustia mundial
El Gobierno de Jair Bolsonaro está bajo presión ❚ Brasil cierra la cita del clima con su imagen dañada ❚ Por todo el planeta se pide salvar este pulmón verde
El fuego que en las últimas semanas ha teñido de gris una gran parte de la selva amazónica de Brasil, ha desencadenado una movilización sin precedentes a nivel del planeta. Desde mandatarios de los países de Europa hasta los de Asia, sin dejar de mencionar a los de América, que se reconocen muy cerca al desastre.
Todos lanzan mensajes de solidaridad y respaldo, pero también hay quienes lanzan cierto tipo de reproches contra el Gobierno del país sudamericano, como sucede con el presidente de Francia, Emmanuel Macron, quien acusó a su homólogo brasileño Jair Bolsonaro de haber mentido sobre sus compromisos medioambientales. Se refiere al que firmó la cumbre del G20, desarrollada en Osaka la última semana de junio de este año. “El presidente Bolsonaro decidió no respetar sus compromisos climáticos”.
Por su parte, el Gobierno de Bolsonaro asegura que los países europeos que han manifestado preocupación por la multiplicación de los incendios forestales en la Amazonía aprovechan el discurso ambientalista para justificar nuevas restricciones comerciales contra el ‘gigante suramericano’ y que Macron busca provecho personal al inmiscuirse en el tema.
Mientras que Irlanda amenaza con oponerse al acuerdo Unión Europea-mercosur si Brasil no protege la Amazonía.
Una reacción que, por lógica, se ha propagado como el fuego en las redes sociales. Más de ocho millones de personas de “todas partes del mundo” han firmado en el portal Change.org contra los fuegos de la Amazonía mediante distintas peticiones creadas en “una movilización sin precedentes”, según ha señalado el director de campañas en España, Javier Sánchez.
Una protesta que también se ha evidenciado en las calles de varias capitales del mundo, con marchas en diversas ciudades del planeta, donde las organizaciones no gubernamentales llamaron a movilizaciones frente a embajadas y consulados brasileños. También en Brasil se convocaron protestas en varias ciudades, previstas para el final de la tarde de ayer.
Todo esto, mientras se anuncian medidas de apoyo, de manera simultánea, por parte de varios gobiernos. “Los incendios que asolan la selva amazónica no solo son desgarradores, sino también una crisis internacional. Estamos dispuestos a proporcionar toda la ayuda que podamos para controlarlos
y ayudar a proteger una de las mayores maravillas de la Tierra”, dijo el primer ministro británico, Boris Johnson.
Algo similar sucede con España,
Argentina, Perú, Colombia, Ecuador, entre otros.
Una parte del fuego en la Amazonía también atañe a Bolivia y Paraguay, que comparten este
territorio en un punto determinado de sus fronteras.
Ambos países acordaron el jueves unir esfuerzos para combatir el gigantesco incendio forestal. La superficie afectada por las llamas en el departamento boliviano de Santa Cruz alcanza las 654.000 hectáreas; mientras que en Paraguay los focos ígneos, en la frontera entre ambas naciones, no han sido todavía cuantificados.
Bolivia alquiló un avión estadounidense para combatir el avance del incendio; mientras que Perú decretó la alerta por la posible llegada del fuego a su territorio, algo que aún no ocurre.
Frente a todo ese panorama de presión internacional, Bolsonaro evalúa movilizar al Ejército para combatir los incendios, en respuesta a las preocupaciones del agronegocio, que podría sufrir las consecuencias de la inacción gubernamental.
Por coincidencia, Brasil cerró ayer en Salvador la Semana del Clima para Latinoamérica y el Caribe, a la que asistieron más de tres mil personas procedentes de 33 naciones.
Esta fue una cita preparatoria previa a la Cumbre de la Acción Climática de septiembre en Estados Unidos y de la Conferencia del Clima de Naciones Unidas (Cop 25), que el gobierno brasileño se negó a organizar y se realizará en Chile en diciembre.