La primera en el mundo del squash estuvo en Ecuador.
La número 1 del ranking global estuvo en Ecuador. Su historia de vida y de promulgación de la disciplina la ponen a otro nivel
Si algo califica a la malasia Nicol David es su carácter amigable pero, sobre todo, su carisma. Mientras que la número uno del mundo en la disciplina del squash juega, procura animar, a la vez, a los presentes.
“Eso es porque realmente disfruto lo que hago”, dijo la deportista a este Diario. David está en Ecuador para formar parte del primer Campeonato Internacional de Squash que se celebra hasta este fin de semana en el club Los Arrayanes de Quito. Además, ella tiene un objetivo: potenciar esta disciplina en todo el mundo y, para ello, jugó un partido de exhibición en la capital para que la gente se familiarice con el deporte.
David nació en Malasia hace 36 años, aunque físicamente luce de menos edad. Ella dice que su secreto para mantenerse joven es el deporte y la vida disciplinada. Empezó a entrenar squash hace dos décadas, siguiendo el ejemplo de sus hermanas mayores.
“Ellas eran muy buenas en la disciplina, pero fui yo quien se convirtió en la mejor”, comenta David, quien tiene el récord de mantener el # 1 desde hace nueve años de forma consecutiva. Eso, además, le ha dado el título de la mejor jugadora de todos los tiempos.
Y es que fue precisamente el squash el que la llevó a recorrer el mundo y a ser su principal sustento económico. Aunque toda su familia reside en Malasia, ella vivió por 16 años en Ámsterdam, Holanda, tras decidir aprender otro estilo de juego lejos de su tierra natal. “Cuando viví allá tuve que prácticamente empezar desde cero. El estilo es totalmente diferente en cada lugar”, sentenció.
A David se le atribuye que por su reconocida trayectoria en el squash, este deporte empezara a adquirir importancia en Malasia. De hecho, a su decir, ahora es la quinta disciplina más practicada de esa nación.
Este año, Nicole empezó a trabajar en el financiamiento e inicio de su propia fundación, que llevará su nombre, para rescatar a niños en situaciones vulnerables a través de la práctica deportiva. “La idea es empezar en Malasia y después ver si podemos extendernos. El proyecto arrancó este año y la fundación espero tenerla lista para el siguiente”.
Otro de los grandes proyectos de esta ambiciosa joven es convertirse en motivadora, dando seminarios en los que pueda contar su historia. “Venir de un lugar pobre y nunca dejar de luchar. Eso es lo que quiero contarle a la gente. Que yo nunca dejé de luchar y gracias a eso llegué hasta donde estoy”.
Considerada ‘La Messi’ del squash, David cumplió el sueño de una joven deportista ecuatoriana, Rafaela Albuja, quien se enfrentó a la malasia en el partido de exhibición y, entre lágrimas, Albuja agradeció la oportunidad de poder jugar con la número uno del mundo.