Se incendian los bosques
No sabemos si es por el cambio climático, la falta de lluvias, si es que intencionalmente o por descuido, en varias partes del mundo se están incendiando los bosques. La mayor tragedia se produce en la Amazonía, considerada el pulmón del planeta. Por coincidencia han estado reunidos en Biarritz, Francia, seis grandes mandatarios. Esto ha producido un desacostumbrado enfrentamiento entre los presidentes de Brasil y Francia, en el que hasta se llegó a ofensas familiares. Bolsonaro, presidente de Brasil, se negaba a recibir la cooperación de Francia, de 20 millones de dólares, a menos que fuera su gobierno el que los manejase y no hubiese intromisión del régimen donante.
El incendio de los bosques también se ha producido en Ecuador, Perú y Bolivia.
La tragedia mayor, en esta parte del continente, se da en Bolivia, donde hasta ahora se han
contabilizado 744.000 hectáreas quemadas en la Chiquitanía, por culpa de los incendios forestales.
EL ANTECEDENTE. El presidente Evo Morales, el pasado 9 de julio, promulgó el Decreto Supremo 3973, un mes antes de que se descontrolaran los incendios en la Chiquitanía, permitiendo la quema con el objeto de favorecer a los agricultores para que siembren coca y soya, que les son muy productivas. Se trataba de una medida política para un presidente que busca su cuarta reelección, violando incluso la decisión de la ciudadanía que votó en contra de de un nuevo período de gobierno.
LA EXCUSA. El vicepresidente Álvaro García Linera, en su discurso del 6 de agosto de este año, manifestó que Bolivia debía ampliar sus zonas de producción agrícola y sostuvo que el país apenas utiliza un 4 % de su territorio en esa actividad.
Puso como ejemplo que Francia utiliza el 33 % de su territorio para la agricultura, y “hay gente que nos quiere prohibir que tengamos más agricultura”. Bolivia tiene al menos 5.465 árboles por persona; Italia, 143, señaló García Linera durante su discurso por las fiesta patrias.
“Muchos árboles para poca agroindustria”. Era la lógica de García Linera cinco días antes de que la Gobernación de Santa Cruz declarara emergencia amarilla por los incendios.
La absurda medida lo que hizo fue reavivar el fuego, teniendo que recurrir Bolivia a varios países para pedir ayuda y poder sofocar los incendios. Entre esa ayuda estuvo la del Supertanker, el avión norteamericano de mayor capacidad para luchar contra semejante desastre.
CAMBIO CLIMÁTICO. Como indicamos al inicio, precisamente en estos días se reunió el G20 en Biarritz, Francia, donde uno de los temas tratados fue el cambio climático. La UE y otros socios del G-7 han reafirmado su compromiso con la aplicación íntegra y efectiva del Acuerdo de París.
Los dirigentes del G-7 han refrendado la Carta sobre la Biodiversidad, adoptada por ministros de Medio Ambiente del G-7 en mayo. La Carta tiene por objeto impulsar medidas para frenar la pérdida de biodiversidad y proteger la salud del planeta. Palabras y más palabras, mientras se incendiaban la Amazonía y los bosques de muchos países. Solo el presidente Macron ofreció su ayuda a Brasil, lo que causó más problemas que soluciones, por la posición del presidente brasilero.
CONCLUSIÓN. Realmente no nos explicamos a qué están jugando los gobiernos. Se reúnen en Tokio y París. Los técnicos demuestran el peligro que representa a la humanidad los actos que propician el cambio climático. Se aprueban medidas y son muy pocos los países que cumplen con el compromiso que se adquiere.
Los negocios son negocios y no se puede dejar de usar los elementos que más contaminan a nuestro planeta, porque se afecta a las industrias.
Todos los días nos sorprenden los avances científicos que se logran en muchos aspectos pero, hasta ahora, los científicos no se atreven a dar soluciones para reemplazar los elementos contaminantes con productos que cumplan con las normas aprobadas en las dos convenciones nombradas
Las ONG se han multiplicado. Cada momento se publican actos de verdadero heroísmo individual de jóvenes y mayores que han hecho esfuerzos enormes para evitar tragedias que puedan contaminar más el ambiente. Pero asimismo, se publican nuevos descubrimientos de petróleo, carbono, gas y más elementos que afectan al medio ambiente.
Es difícil aceptar que sean los propios gobiernos, como el caso que hemos comentado sobre Bolivia, los que dispongan la quema de bosques. Igualmente pasará en otros países, como es el caso de los industrializados, que prefieren quemar carbón o petróleo, aunque las ciudades, como en el caso de China, se cubran de niebla y tengan a los habitantes evitando salir de sus hogares o andar bien protegidos para no sufrir efectos nocivos para la salud.