Los gallos, una tradición “que se lleva en la sangre”
Entre apuestas y códigos de honor, los galleros del cantón Valencia se niegan a dejar morir las peleas ❚ Los montuvios dicen que es parte de sus costumbres
Una actividad con muchos seguidores
En el Coliseo de Gallos Internacional, ubicado en el recinto Aguas Claras, del cantón Valencia, los asistentes solo tienen en su mente cumplir su palabra en cada apuesta que realizan frente a las peleas de estas aves.
Para muchos lugareños, este es un deporte que se lleva en la sangre ya que es parte de la tradición de un pueblo montuvio que por generaciones ha realizado este tipo de prácticas.
Ítalo Ponce, quien se considera un “gallero de corazón”, afirma que esta actividad que lo apasiona rescata parte de la cultura de sus antepasados. Su abuelo y padre también fueron galleros “y cuando daban su palabra a alguien la cumplían así dejaran de comer”.
Al momento de entablar una pelea existe una conexión entre el animal y su dueño y esto hace que el deporte de las plumas se vuelva toda una emoción, sostienen los amantes de estas peleas.
En las galleras todo el mundo habla de lo mismo: cómo es la crianza del gallo, su cuidado, y el devolverse la visita entre galleros de un recinto a otro.
Los dueños de gallos concuerdan en que algo fundamental al momento de que sus aves van a pelear, es no menospreciar al rival. Consideran que cada gallero sabe cómo criar a su animal y eso es muy importante para ellos.
Una de las cosas que hacen que el concurso o la jornada de gallos sea garantizada y llamativa, es la personalidad del juez de las peleas para no permitir que nadie dañe la fiesta por ningún motivo. En el pasado, los dueños de los gallos acostumbraban a no aceptar las decisiones de los jueces y eso muchas veces ocasionaba peleas y hasta en homicidios.
Sin embargo, estas reuniones han empezado a evolucionar y ahora los dueños de las taquillas garantizan un espectáculo sin contratiempos.
Eso incluye que el tipo de espuelas para los animales sean de un fino carey, que permite darles un estilo diferente a las peleas.
EL DETALLE
La ley. El artículo 249 del COIP sanciona con pena privativa de libertad de 3 a 7 días, a quien causare la muerte de un animal.