Narcisa Landy reinventa el tejido de totora
Elabora canastos, utilitarios y adornos para una feria internacional
Productos como aventadores, esteras, roperos y adornos son parte de lo que produce Narcisa Landy, quien con habilidad y destreza, mantiene el oficio que heredó de sus ancestros.
Tiene 53 años y es nativa de la parroquia Paccha, situada a 13 kilómetros de Cuenca. Ella hace los tejidos en totora, artesanías que por décadas fueron el medio de supervivencia de los nativos de La Dolorosa, una comunidad de la parroquia Paccha, al suroeste cuencano.
Dice que heredó el conocimiento sobre la labor de sus abuelos. Comenzó tejiendo estera, artículo utilizado como alfombra, que con el paso del tiempo ha disminuido su demanda. Ante esa realidad, con mucho ingenio, cambió el tejido de la estera por utilitarios y adornos, pero con la misma materia prima. Entre estos artículos están pañaleras, apliques de pared y cestos para guardar ropa. La materia prima se la obtiene de las pocas lagunas donde se encuentra sembrado el producto. La totora se seca al ambiente, es decir con el sol mientras que el tejido no es más que el entrecruzado de la fibra, de manera uniforme y pareja, algo que solo con la experiencia se logra, explica la artesana. Entre los adornos que se tejen con este material están: un nido de pájaros, figuras de elefantes, peces, aves, canastos, campanas, además de piezas utilitarias, las que son expuestas en distintas ferias y exposiciones.
Narcisa se alista para ser parte de la gran feria artesanal internacional, que anualmente se desarrolla con motivo de las festividades de aniversario de Independencia de Cuenca, en noviembre.