El pasaje del metro sitia a Santiago de Chile
Se decreta el Estado de emergencia. El alza de la tarifa desata la protesta
Después de una jornada caótica, con 41 estaciones del metro destruidas, 308 detenidos, 156 policías lesionados y al menos una docena de civiles heridos, Santiago de Chile amaneció ayer destruido en distintas zonas y bajo el control de los militares.
El Gobierno de Sebastián Piñera acudió al Ejército para tomar el control de la ciudad, tras la violenta jornada del viernes, con protestas contra el alza del precio del metro, que se desbordaron con el paso de las horas. Incendios de autobuses, coches, bancos, sedes de compañías multinacionales como Enel y saqueos de tiendas y supermercados en diferentes zonas de la capital.
Las autoridades del Ejecutivo se mostraron desbordadas y la clase política, en general, sin respuesta ante un fenómeno de descontento profundo que trasciende el alza del boleto del subterráneo. Con el decreto de Estado de emergencia, que restringe para los ciudadanos la libertad de traslado y de reunión por 15 días, el Ejército toma el control de buena parte de la Región Metropolitana de Santiago.
La red de metro, uno de los mejores símbolos del país por su orden y buen funcionamiento, cerró por completo durante el fin de semana y no es seguro que abra el lunes.
El reciente aumento del pasaje que desató las protestas fue de 800 a 830 pesos en horario punta (1,13 a 1,17 dólares), pero se trata de la vigésima alza de los últimos 12 años.
Cuando se inauguró el sistema de transporte público Transantiago en 2007 -actualmente rebautizado como Red Metropolitana de Movilidad- el precio era de 420 pesos (0,59 dólares).
Aunque está subvencionado casi en la mitad, se trata de los más altos de la región, por encima del de Sao Paulo, Buenos Aires y Ciudad de México. Los sueldos no han ido de la mano con el aumento del precio de transporte ni de la vivienda, que subió en Santiago un 150 % su valor en la última década.
LA FRASE
La situación es caótica, y frente a eso le pedimos al presidente tomar todas las medidas.
FELIPE ALESSANDRI
Alcalde de Santiago