Morales ofrece seguir la lucha desde el exilio
Legisladores del partido del expresidente piden garantías para asistir a la sesión ❚ “Sigue la lucha”, dice Morales al llegar a México
Evo Morales está en México, mientras en Bolivia aún no se elige al presidente interino. Añez, la opción.
El Senado de Bolivia se disponía ayer a dar vuelta la página de la era Evo Morales, refugiado en México tras fracasar su intento de mantenerse en la presidencia por más de 13 años mediante elecciones consideradas irregulares por la oposición y observadores de la OEA.
“Mientras tenga la vida seguimos en política, mientras esté en el tren de la vida sigue la lucha, y estamos seguros que los pueblos tienen todo el derecho de liberarse”, dijo el expresidente Morales poco después de su llegada a México, aliado político del exmandatario de izquierda.
El exdirigente de 60 años llegó en un avión de la Fuerza Aérea de México que lo trasladó desde Bolivia, en un periplo lleno de cambios de último momento por parte de varios gobiernos que negaron el uso de su espacio aéreo, afectando el plan de vuelo previsto inicialmente.
Esta emboscada contra Evo Morales se montó desde el imperialismo norteamericano y hoy sacan la cara a aplaudir
NICOLÁS MADURO, presidente de Venezuela
Los senadores de su bancada --que siguen siendo mayoría en el Senado encargado de llenar el vacío de poder que dejó el exmandatario de 60 años- demandaron en La Paz garantías de seguridad para presentarse en la sesión legislativa encargada de elegir al sucesor, tras la violencia de las últimas tres semanas.
Los parlamentarios fueron convocados para ratificar la renuncia de Morales y designar presidenta interina a Jeanine
Añez, segunda vicepresidenta del Senado, ante la dimisión en bloque de los altos cargos leales al líder indígena boliviano que dimitieron y que la precedían en la línea de sucesión.
“Esta es la intención, espero que podamos conseguirlo. No podemos estar en desgobierno”, dijo Jeanine Añez.
Bolivia vive sumida en un vacío de poder desde el domingo, cuando Morales dimitió en medio de fuertes presiones de la calle, de las fuerzas de seguridad y sindicales, y en el clima de violencia desde los comicios del 20 de octubre.
Las calles de La Paz despertaron el martes paralizadas, sin transporte público y el servicio de teleférico, básico para la movilidad de la ciudad, detenido.
Ello dificultó que senadores procedentes de otras partes del país consiguiesen llegar a La Paz.
Añez, de 52 años, dijo estar confiada en que el Senado conseguirá reunir a los 19 de los 36 escaños necesarios para poder llevar a cabo la sesión, ya que “parlamentarios del MAS también están dispuestos a que esta incertidumbre, a que este vandalismo y esta inestabilidad que tenemos en el país se termine”.
“Tenemos ya un calendario. Creo que la población grita por que el 22 de enero tengamos ya un presidente electo”, dijo el pasado lunes a la prensa Añez, evocando la fecha prevista para la toma de posesión presidencial. Ella aparece como probable reemplazante de Morales tras la dimisión de todos los que la precedían en la línea de sucesión.
La Paz cumplió ayer una semana paralizada por vigilias, bloqueos de calles y el cierre de oficinas públicas y comercios.
El lunes grupos de descontentos desataron la violencia en Cochabamba (centro) y El Alto, ciudad vecina de La Paz, donde quemaron unidades policiales, e hirieron a uniformados y civiles. En la noche, centenares de partidarios de Morales que llegaron a La Paz desde El Alto, protestaban frente a la casa de gobierno.
La policía desbordada pidió apoyo a los militares, que respondieron al llamado y anunciaron operaciones conjuntas.