Renovación política
Mirarse ante el espejo de otros países ayuda, entendiendo siempre las diferencias, a encontrar lagunas o errores susceptibles de corrección en la propia casa. España, con sus segundas elecciones repetidas, deja una lección clara: la clase política debe buscar su asemejo a los ciudadanos en lugar de esperar que los votantes se acoplen a los planes de un líder o de un equipo de gobierno.
El bloqueo que ha mantenido a los españoles en vilo, sin presupuesto y sin capacidad legislativa, ha servido para que todos los partidos, los nuevos y los históricos, perciban el desapego de sus votantes. Hacer borrón y cuenta nueva es una fórmula que ha llevado a España a un ciclo en el que aún se está acoplando para entender la política como un reflejo de la sociedad. La vida no es tan simple como dos ideas: izquierda y derecha. En los matices es donde los ciudadanos encuentran afinidades. Nadie quiere ser reducido a blanco o negro. Y Ecuador, pese a la distancia electoral que tiene con el país europeo, debería asumir el mensaje. Las soluciones a la corrupción, al desencanto, al calado de las propuestas populistas están en quienes representan los liderazgos. Si hace falta que alguien cambie, que sean ellos, no los votantes.
España, pese a su bloqueo político de las últimas legislaturas, ha encontrado en nuevos rostros para los partidos de siempre y para los recientes el camino de la recuperación política’.