Allá en P. P. Gómez, vide a ‘Los Sentimentales’ cantando por los desmontes
Todo canta en mi campo, pájaro, viento y río, a este momento grato hay que ponerle oído. Se acompaña er campesino con este canto natural, alegrando al peregrino o al viajante del litoral.
En este calor tropical pone al cuerpo ligero, adentrarse al matorral y empezar el macheteo. De pereza no sabemos el montuvio es laborioso, en estos tiempos modernos abunda el hombre ocioso. Sin pasar de jactancioso la hombría se ha perdido, el actuar tan riguroso de mal gusto es tenido.
Si el madrugador gallito nos levanta con su canto, anaiden causa espanto despertar bien puntualito. El trinar del pajarito otro personaje cantor, sea canario o ruiseñor trae dulzor el pinganillo. Decía Vicente Ronquillo guitarra y primera voz, a manera de estribillo y sin nunca darle tos.
-Aquel que nace cantor se amanece cantando, con agua ardiente roncador er gañote remojando. Las cuerdas irá templando pa’ un largo canturreo, arte bucal demostrando sea guapo o sea feo.
Eso será lo de menos si ya se entra en humor, todos los músicos sabemos disfrutar es lo más mejor. Tiene usted mucha razón replicó Otón Castillo,
entregándose con pasión el cantar será sencillo.
Un amoroso pasillo sentimentalmente tocado, evocando bello idilio por el tiempo olvidado. En el ritmo yo acompaño segundando la guitarra, entre cuerdas enmaraño pero sigo en la tonada.
Hasta hacer la terminada de la escogida canción, armonía bien cuadrada atento a la culminación. Experto en la ejecución del maestro requintista, don Eloy Ponce en acción no hay cuerda que resista.
Segunda, tercera y prima van haciendo el adorno, aquel gusto que anima al repicar da el entono. Con quien sea me acomodo al ritmo de la guitarra, yo punteo a mi modo, dijo Eloy esta palabra. Orgullosamente manaba nacido en P.P. Gómez, del cantón Jipijapa de cafetales enormes.