Bingos entre vecinos, reencuentros y causas nobles
Dos eventos benéficos reunieron ayer a cientos de familias. Becas y una parroquia fueron la inspiración de los juegos.
Hubo una mezcla de emociones. Por un lado, la alegría de ayudar a una causa social y, por otro, la adrenalina de jugar, gritar, permanecer concentrado. Y divertirse, sea solo o entre amigos.
Ayer en dos sectores de la ciudad se llevaron a cabo dos bingos benéficos que acogieron a decenas de familias que por tres, cuatro y hasta cinco horas permanecieron pendientes de las tablas, los números que en ellas marcaban y el instante en el que los participantes gritaban “¡bingo!”.
“Esa palabra la quiero escuchar solo si sale de mi boca. He jurado ganarles incluso a mis padres, que están aquí conmigo”, dijo lanzando una carcajada Camila Astudillo, quien habita en la ciudadela Los Ceibos y llegó a las 14:00 al hotel Hilton Colón para participar del bingo anual organizado por la Fundación de Asistencia Social Madre Dolorosa.
Esta es la tercera vez que Astudillo, de 33 años, participa de la actividad, que se realiza por cuarto año consecutivo y apunta a recaudar fondos para que la entidad pueda continuar con las becas que otorgan en la Unidad San Ignacio de Loyola y el funcionamiento del Hospital del Buen Samaritano, que regenta la institución.
“Apoyar estas gestiones siempre resulta positivo. Y es que sí, jugar definitivamente entretiene; pero hacerlo sabiendo que vas a aportar con un granito de arena para que un menor estudie siempre será más satisfactorio”, manifestó.
En el lugar, donde a decir de Gina Grunauer, coordinadora del evento de la fundación, se encontraban alrededor de 1.300 personas, se pudo ver también a personas, como Elena Chaug, que no llegaron acompañadas pero que allí se encontraron con sus amistades.
“Todas somos bingueras, pero también solidarias y por eso estamos aquí. Estas actividades así de grandes son tan emocionantes. Rompen con el esquema habitual del día y te distraes. Son horas de diversión que no te obligan ni siquiera a mirar el reloj”, señaló.
A esa misma hora, en el coliseo del Colegio Internacional SEK, situado en el kilómetro 20,5 de la vía a la costa, el grito de “¡bingo!” también trajo consigo risas, aplausos y desilusiones.
Allí, desde las 11:00, familias residentes de la urbanización Belo Horizonte y los moradores de ciudadelas aledañas se dieron cita para aportar a la causa del bingo benéfico. Acudieron
al juego alrededor de 600 personas.
“Con el dinero recaudado vamos a construir una capilla en la urbanización Belo Horizonte. La mayoría de los residentes son católicos y no tienen en la ciudadela un lugar de fe donde reunirse”, contó Mónica Mestanza, organizadora del evento.
La idea era recaudar al menos 10.000 dólares, para levantar la parroquia que tanto anhelan los vecinos.
Pero el bingo, en el que los asistentes ganaron refrigeradoras, televisores plasma, microondas y otros electrodomésticos, no fue la única actividad del encuentro. Hubo presentaciones artísticas y una feria gastronómica y de emprendimientos.
“Un momento bastante agradable para pasar en familia. Llegamos al bingo, pero ahora vamos a comprar artesanías para mi esposa y degustar cualquiera de los bocados que aquí se exhiben”, comentó Juan Carlos Mesa,
ingeniero eléctrico que visitó, como el resto de asistentes, los 21 stands ubicados a las afueras del coliseo, que ofrecían desde fritada y parrilladas, hasta ropa y zapatos.
Las coloridas carpas pertenecían a los mismos moradores de Belo Horizonte, quienes tuvieron la oportunidad de mostrar sus emprendimientos.
A más de pasarla en familia, los residentes, según lo manifestaron, compartieron abrazos y bromas, lo que afianzó sus lazos de amistad.
“Ahora que estoy aquí tengo la oportunidad de encontrarme con vecinos que casi nunca veo, porque el tiempo de las actividades por cumplir de cada uno, como el trabajo, no nos lo permite. Encuentros como estos son los que aportan positivamente a la comunidad”, mencionó Santiago Chele, otro residente de Belo Horizonte, quien acudió al evento junto a su esposa e hijos.
EL DETALLE
Causa. La urbanización Belo Horizonte, de vía a la costa, esperaba recaudar al menos 10.000 dólares en el evento para iniciar la construcción de su capilla.
Amo estos espacios por tres razones: ayudas a la gente, te diviertes y conoces gente. He venido sola, pero me estoy divirtiendo como nunca. ELENA CHAUG, participó del bingo en el Hilton
Vine con mi familia para apoyar a la causa. Para nuestra urbanización es muy importante tener nuestra propia parroquia. Espero que logremos los fondos. CAROLINA RESTREPO, residente de Belo Horizonte
Vinimos a pasar un domingo en familia y encontré a varios amigos. Estos momentos nos ayudan a la armonización y socialización entre vecinos. PEDRO LAM, residente de Belo Horizonte