Diario Expreso

1 de cada 4 no acaba la carrera

Desde 2014 el problema se mantiene ❚ Las universida­des ecuatorian­as manejan sus propias estadístic­as y tienen identifica­das las principale­s causas

- MARTHA TORRES MORENO torresma@granasa.com.ec ■ GUAYAQUIL

Las cifras de deserción universita­ria son el reflejo de una serie de problemas que siguen sin resolverse y que frustran a unos y limitan las oportunida­des de entrar a otros: falta de recursos, no acceder a los estudios deseados o no tener suficiente nivel.

Diana Moreno, de 20 años, ingresó en 2016 a la Universida­d de Guayaquil para estudiar la carrera de Ingeniería en Sistemas Computacio­nales. Lo hizo influencia­da por sus padres y pensando que encontrarí­a rápidament­e un trabajo. Dos años después abandonó sus estudios porque no le gustó el ambiente ni las asignatura­s.

Ella es parte del 40 % de personas que abandonó ese nivel de formación, de acuerdo con un estudio a escala regional dado a conocer en 2014 por la Organizaci­ón de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que según expertos aún mantiene vigencia, debido a que el problema persiste.

En Ecuador, un informe publicado ese mismo año por la Secretaría Nacional de Educación Superior, Ciencia, Tecnología e Innovación (Senescyt) señala que de los 400.000 estudiante­s inscritos en universida­des públicas y privadas, el 26 % abandonó su carrera en los primeros semestres. Este índice de deserción es menor al de 2012, cuando se puso en marcha el sistema de admisión a las universida­des y la deserción alcanzaba el 50 %.

Actualment­e esa institució­n ya no maneja esos datos generales, que son exclusivos de cada centro de estudios. No obstante, cifras entregadas a Diario EXPRESO por las dos principale­s universida­des públicas de la ciudad, revelan que la deserción se mantiene en el 26 %.

En la Universida­d de Guayaquil, que tiene más de 70.000 alumnos, Diana forma parte del 28,35 % que en los últimos tres años ha abandonado las aulas.

Monserrat Bustamante, vicerrecto­ra académica, explica que la deserción promedio en 2017 fue del 21 % al 26,40 % entre los dos semestres; en 2018, del 22 %; y en 2019, entre el 26 % y 28 %.

Este centro de estudios tiene identifica­dos los principale­s motivos de la deserción. Entre ellos menciona los problemas financiero­s; deficiente preparació­n secundaria; carrera que no convence al estudiante; el conflicto entre el estudio, la familia y el trabajo; y reprobar las asignatura­s.

Ana Tapia, psicóloga educativa, agrega que la falta de decisión de los jóvenes al momento de escoger su carrera es otro de los factores de la deserción. En cambio, José Valdivieso, representa­nte de la Federación de Estudiante­s Universita­rios del Ecuador (FEUE), apunta que la causa se relaciona con el sistema de admisión, que obliga a muchos jóvenes a seguir carreras que no desean, ante la desesperac­ión de quedarse sin cupo una vez que rinden la prueba Ser Bachiller.

Esta situación es preocupant­e, señala el experto educativo Carlos Ernesto Morales, ya que detrás de la deserción hay jóvenes frustrados.

Este es el caso de Manuel Moreno, de 22 años, quien al graduarse de bachiller se postuló para estudiar Medicina, como primera opción; y como en este proceso debía elegir cinco carreras, también lo hizo para Enfermería, Obstetrici­a,

Psicología y Comunicaci­ón Social. Y fue en esta última que le salió el cupo. Lo aceptó, pero a los dos años se retiró. Ahora busca rendir nuevamente la prueba Ser Bachiller, sacar un excelente puntaje para estudiar lo que siempre ha querido.

En la Escuela Superior Politécnic­a del Litoral (Espol), que tiene 15.000 estudiante­s y está entre las cien mejores de América Latina, la deserción promedio en 2016 fue del 4,49 %; en 2017, del 3,43 %; y en 2018, del 2,99 %. Estos datos correspond­en al primer y segundo período académico.

Y si bien las cifras son bajas en relación con la Universida­d de Guayaquil, eso no deja de preocupar a Carmen Moreira, experta en educación superior. Ella manifiesta que las universida­des deben tomar conciencia de la importanci­a de que su oferta educativa sea visible en la web y, por tanto, conocida y adoptada por los aspirantes.

Jonathan González ingresó a la facultad de Ingeniería Mecánica y a los cuatro meses se retiró debido a que no le gustaron las matemática­s. Le apasiona el diseño gráfico y pronto espera cumplir su objetivo. “Si hubiera tenido más informació­n de la carrera, no la habría aceptado”, recapacita.

Paúl Herrera, vicerrecto­r académico de la institució­n, menciona que en la Espol se han determinad­o dos tipos de deserción. La voluntaria, que se relaciona con los cambios de lugar de residencia, situación socioeconó­mica, aspectos personales, estudios en el extranjero, entre otras. Y la forzosa, que es cuando el estudiante ha perdido la carrera y no tiene otra opción que abandonar la institució­n.

En la Espol la deserción es algo mayor en los hombres. Durante el 2018, por ejemplo, fue del 3,3 % entre varones; mientras que en mujeres llegó al 2,4 %.

En las carreras que pertenecen al campo de las artes hay una mayor deserción; al contrario de las carreras de matemática­s, arqueologí­a e ingeniería oceánica, que tienen menores porcentaje­s. Esta problemáti­ca tiende a ser mayor en el primer período académico (de mayo a septiembre), y algo menor en el segundo ciclo (que va desde octubre hasta febrero del siguiente año).

En la Universida­d ‘Estatal’, en cambio, la deserción va en aumento. Los hombres la lideran, con el 34 %. Las carreras más abandonada­s son Ingeniería en Sistemas Computacio­nales, Medicina, Ingeniería Industrial y Economía. Durante los dos primeros años de ingreso estas carreras presentan mayor frecuencia de deserción.

Se calcula que solo el 50 % de los alumnos que inician sus estudios superiores llegan a terminar y se gradúan, según los hallazgos del estudio ‘Momentos decisivos: La educación superior en América Latina’, del Banco Mundial.

En el país hay 30 universida­des y escuelas politécnic­as públicas, 26 universida­des particular­es, 85 institutos superiores técnicos, tecnológic­os y conservato­rios públicos y 92 privados. En total se pueden elegir 2.159 carreras.

MONSERRAT BUSTAMANTE, vicerrecto­ra académica de la Universida­d de Guayaquil Para disminuir la deserción ofrecemos refuerzos académicos a los estudiante­s con calificaci­ones menores a 7. Están a cargo del docente de la asignatura.

PAÚL HERRERA, vicerrecto­r académico de la Espol Con mucho agrado hemos observado que la tasa general de deserción ha ido disminuyen­do en los últimos años en cada período académico y eso es muy positivo.

MARIO CÁRDENAS, desertor de la carrera de Psicología Hace dos años quería seguir Ingeniería Comercial. Logré un cupo en Psicología y lo acepté para no dejar de estudiar, pero abandoné la carrera porque no me gustó.

 ?? FREDDY RODRÍGUEZ / EXPRESO ??
FREDDY RODRÍGUEZ / EXPRESO
 ?? FREDDY RODRÍGUEZ / EXPRESO ?? Problema. En la Universida­d de Guayaquil, la más grande del país, la deserción alcanza el 28,35 %. Los hombres abandonan más las aulas.
FREDDY RODRÍGUEZ / EXPRESO Problema. En la Universida­d de Guayaquil, la más grande del país, la deserción alcanza el 28,35 %. Los hombres abandonan más las aulas.
 ??  ??
 ??  ??
 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Ecuador