Los salasakas escenifican la fiesta de Los Capitanes
Miles de personas celebran la Jatun Pishta en Pelileo ❚ El acto se realiza en honor a san Buenaventura, su patrono ❚ Los personajes visten coloridos trajes
Los taitas con tambores y pingullos (pequeña flauta), encabezaron la delegación del Capitán, el Paje y el Ángel, que son los personajes principales de la Jatun Pishta, que traducido al castellano significa la Fiesta Grande de los Capitanes en honor a san Buenaventura, el patrono.
La celebración empieza en diciembre, y marca el camino para preparar la fiesta ancestral en honor al ‘Taita Inti’ o Padre Sol, se festeja cada 21 de diciembre en la parroquia Salasaka, del cantón Pelileo, en la provincia de Tungurahua.
El poblado Salasaka, nombrado en el 2018 como Patrimonio Cultural Intangible Nacional, conserva sus tradiciones y costumbres, entre ellas las fiestas tradicionales.
Los tres capitanes de este año fueron: Luis Guangasi, Juan Caizabanda y Julián Masaquiza Masaquiza.
Cada uno va acompañado de cien personas, quienes van a caballo, los mismos que forman parte de la delegación de la tradicional y ancestral Fiesta Grande de los Capitanes.
Luis Guangasi aseguró que le gustaría que sus hijos y nietos continúen con esta tradición y en especial que conserven el orgullo por sus raíces.
En el patio de cada una de las casas de los capitanes, sonaron cohetes voladores y se brindó chicha y mucha comida.
“En cada casa a la que llega el personaje principal se debe hacer un ritual y entregar comida. Es como una representación para que la tropa siga en la lucha y haya siempre prosperidad”, acotó Julián Masaquiza.
Para la preparación de la comida y bebida, las mujeres se unen y se encargan de la cocina, para satisfacer a toda la delegación.
Cada uno de los personajes se coloca un traje multicolor y lleva sobre su cabeza una especie de bonete adornado con espejos que representa el poderío económico y la bondad de la Pachamama (Madre Tierra).
En la fiesta se brinda chicha y se baila hasta la noche con las bandas de martillo y de pueblo. En la comunidad de Chilcapamba se unen todas las tropas para venerar la Jatun Pishta y san Buenaventura, quien es el patrono y su imagen se conserva en la iglesia del sector.
REPRESENTACIÓN histórica
Según Rufino Masaquiza, historiador de la comunidad, la fiesta recuerda dos hechos históricos: la invasión de los españoles en América y la participación de los salasakas en la Revolución Liberal de Eloy Alfaro.
“Esta es una costumbre ancestral nuestra. Estuvo a punto de perderse hasta que nos decidimos a recuperarla”, dijo Rufino.
Como parte de la tradición y de la ceremonia, antes de salir de las casas de los capitanes, los ángeles realizan una oración para que las tropas sigan la estrella de Belén y no tengan inconvenientes en la travesía hasta dar con el nacimiento del Niño Jesús, es decir hasta Chilcapamba, que es el punto de encuentro donde se enciende la fiesta con las bandas de pueblo y juegos pirotécnicos.
Rufino manifestó que es una celebración de los pueblos indígenas, donde se festeja que a través de la resistencia se liberaron en parte de la opresión.
Además es una conmemoración que da inicio a las fiestas del Kapak Raymi o inicio del periodo de siembra desde el 21 de diciembre.