El chocolate en la Navidad, bebida que trae felicidad
Los festejos navideños de mi gente campesina, solidaridad la ilumina a estos campos costeños.
Cacaotales los recuerdo miles de matas cargadas, mazorcas amarilladas a la entrada del invierno. Visitando a los abuelos don Genaro y Celinda, cruzando varios cerros allá en su tierra linda. Llegar nos daba alegría acogedora vieja morada, en madera levantada techo de paja la cubría. Paseándose las gallinas vigías, perros ladraban, yegüerizos relinchaban volando las golondrinas.
Saludaba a la vecina Rosa Justina Concepción, fruta que da tentación madurada mandarina. Cayendo garúa fina un cafecito abrigador, borbollando la cantina sobre fuego calentador. Amablemente la abuela ofrece frita corvina, lo mejor de su cocina bollo, seco y cazuela. Lo mejor para mí era al llegar las navidades, debido a sus bondades la tradición chocolatera.
Siendo Celinda experta en preparar chocolate, complaciendo al gaznate por exigente que juera. Con tiempo se recogiera la más selecta mazorca, pegado a la mata aflora solo cacao de primera. Apenas er sol despierta tomando café cargado, puesto chalo atravesado franqueamos la puerta. Directamente a la huerta por sendero caminando, buen cacao agüeitando en medio de la floresta. Estando siempre alerta con cuidado ir pisando, entre la hierba cubierta culebrón acechando.
Hojarasca desbrozando de aquel árbol escogido, soto bien alto y fornido fino producto ofertando. Cucharetón trabajando las pepas hay que sacar, sin tener que descansar chimbuzos ir llenando.
A lomo é mula trasladarlo cruzando todo el cacaotal, este apreciable material era necesario cuidarlo. Celinda me hace separar pepas del grano bueno, cuatro tarradas lleno y arriba las debo dejar. Teniendo el grano seco listo está pa’ tostarlo, en gran paila colocarlo moverlo a fuego lento. Ahora será el momento de meterlo al molino, moliendo cacao fino mis saberes incremento.
En gran olla cocinando leche, clavo y canela, atizando la candela me mantienen soplando. Que no rebose agüeitando mientras da primer hervor, doña Celinda a todo rigor bola e’ cacao rayando. La Navidad había llegado el chocolate es servido, entre amigos compartido felicidad nos ha brindado.